El pasado martes en las jornadas “El Pacto de Toledo y la solidaridad intergeneracional como garantía de futuro del sistema de protección social’, celebradas con motivo del 30 aniversario de los acuerdos que consagraron el Pacto de Toledo y nuestro actual sistema de pensiones, jóvenes de diferentes contextos socioeconómicos y políticos cogimos el relevo, aportando nuevas propuestas y recomendaciones.
Las y los jóvenes llevamos años escuchando discursos que ponen en duda la viabilidad del sistema público de pensiones. Discursos que no sólo no hemos conseguido frenar, sino que corren hoy como la pólvora en redes sociales, en algunos espacios universitarios y, lo más preocupante, en instituciones. Y cuando algo llega a una institución, por la propia entidad del espacio, automáticamente adquiere un aura de veracidad y solemnidad, aún cuando se base en datos que carecen de rigor técnico o, incluso, datos falsos.
Las pensiones públicas en España no están en riesgo
Es una realidad que la generación del baby boom se va a jubilar de aquí a 2050 y que eso hará que tengamos seis millones de pensionistas más, pero no podemos seguir tolerando que se utilice este dato para enfrentar a jóvenes con mayores, como si los derechos de una generación fuesen incompatibles con los de otra. Como si el bienestar de quienes ya han trabajado toda su vida fuese un obstáculo para nuestro futuro.
Las pensiones públicas en España no están en riesgo. El sistema público de pensiones no es un privilegio individual, es un proyecto colectivo. Por eso, para garantizar su pago, sin recortes, y sin cargarlo sobre los jóvenes, se han puesto en marcha mecanismos como el MEI o las cotizaciones de prácticas no laborales. Medidas que no sólo refuerzan el sistema, sino que mejoran la situación de las personas jóvenes.
Hoy tenemos un sistema que ingresa más que ayer, que se actualiza y que incorpora herramientas para asegurar su sostenibilidad futura. Tocar ese sistema es tocar nuestro contrato social. Y defenderlo es defender todo lo que nos sostiene como país.
Es importante tener en cuenta que en realidad lo que persiguen con esta estrategia ruin de enfrentar jóvenes con mayores es esconder que el conflicto, una vez más, vuelve a ser vertical: entre quienes defendemos un sistema de solidaridad y quienes promueven que cada cual se salve por sí mismo.
Pero entonces, ¿por qué calan estos discursos entre algunas personas jóvenes? ¿De verdad creemos que no podemos emanciparnos “por culpa” de la pensión de nuestras abuelas?
No. Este no es un problema de valores. No somos una generación egoísta, apática o insolidaria. Todas las semanas vemos a la juventud saliendo a las calles para defender la sanidad pública, la educación pública, el derecho a la vivienda, la paz del pueblo palestino, la igualdad de género, los derechos del colectivo LGTBI y la libertad para ser quién quieras y amar a quién quieras.
¿De verdad creemos que no podemos emanciparnos “por culpa” de la pensión de nuestras abuelas?
A pesar de eso, cuando una persona joven no puede emanciparse, ni acceder a una vivienda, ni tener estabilidad laboral, ni planear un futuro… es normal que aparezca el desencanto. Que surjan dudas sobre el sistema. Por eso, necesitamos que la agenda del Pacto de Toledo vaya de la mano de otras agendas: vivienda, empleo digno (incluyendo becarios y prácticas), igualdad y pedagogía pública.
España no puede permitirse una brecha entre generaciones. Defender el sistema público de pensiones no es defender sólo a quienes hoy se jubilan, es defender a quienes hoy trabajan, estudian o buscan empleo. Porque si la juventud vive con esperanza, con estabilidad y con derechos, entonces el sistema tendrá futuro.
SOBRE LA FIRMA:
Belén Guirao es técnico jurídico laboral de UGT y Secretaria General de RUGE - Revolución Ugetista, la organización de jóvenes de UGT.









