La Semana de la Ciencia en el Congreso: incorporar la dimensión científica en la tarea parlamentaria

La Cámara Baja acogió en noviembre la 'Semana C', cuatro jornadas marcadas por la presentación de informes y la sucesión de mesas redondas. Cristina Fernández-García, técnica de conexión con la comunidad científica y la sociedad de la Oficina C, reivindica en Demócrata su labor: "Para que el conocimiento científico permee, hace falta un espacio donde ambos mundos puedan encontrarse"

La Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados (Oficina C) tiene como objetivos principales elaborar informes de evidencia científica de relevancia política y parlamentaria, y su comunicación y difusión. También busca acercar el conocimiento científico a la sociedad y organizar iniciativas que pongan en contacto a la comunidad científica con los miembros del Congreso.

Pero la ciencia no ofrece fórmulas mágicas ni simplifica las decisiones parlamentarias. Incorporar la dimensión científica en la tarea parlamentaria —una cuestión ineludible— añade complejidad, exige considerar múltiples perspectivas y requiere interpretación, contexto y, sobre todo, confianza para ser útil.

Esa confianza no surge de manera automática. La comprensión mutua es fundamental para su establecimiento. Un informe científico por sí solo puede esclarecer, pero no conecta mundos ni facilita la comprensión de prioridades, tiempos o limitaciones, que a menudo pueden presentar contraposiciones entre el mundo científico y el de la política. Para que el conocimiento científico permee, hace falta un espacio donde ambos mundos puedan encontrarse, dialogar, intercambiar ideas y construir un entendimiento recíproco.

Ahí entra en juego la Semana C, que ha celebrado recientemente su cuarta edición. Esta iniciativa reúne durante varios días a representación del Congreso de los Diputados y de la comunidad científica en la Cámara Baja. Supone una apuesta por la interacción directa, un espacio diseñado para que la confianza surja a través de la conversación cara a cara.

La Semana C se articula alrededor de tres espacios complementarios: los Informes C, los Diálogos C y el programa de emparejamiento.

Los Informes C son la base de la actividad de la Oficina C y presentan el conocimiento científico de forma sintetizada y accesible. Se elaboran durante meses siguiendo un protocolo riguroso y abordan cuestiones de interés político y parlamentario. Este año han tratado tres temas de enorme relevancia: redes sociales y menores, sequía y desarrollo rural. La Semana arranca con la presentación pública de los informes, un gesto que invita a la transparencia y al diálogo abierto. Más allá del acto, los informes permiten a diputados y expertos identificar problemas complejos, formular preguntas y establecer un marco común para el debate.

El segundo espacio, los Diálogos C, se desarrolla a puerta cerrada. Estas reuniones permiten examinar los informes con mayor profundidad y contrastar interpretaciones diversas. En este espacio, el personal experto y los parlamentarios exploran los matices de cada tema, aclaran dudas, hacen preguntas. La confianza se materializa aquí como un recurso que facilita conversaciones francas y constructivas.

La Semana C se articula alrededor de tres espacios complementarios: los Informes C, los Diálogos C y el programa de emparejamiento.

Finalmente, la Semana C ofrece la experiencia más directa de interacción ciencia-política a través del programa de emparejamiento. Diez científicos, seleccionados entre cientos de candidaturas y procedentes de diversas disciplinas y regiones de España, se “hermanan” con un diputado o un letrado de las Cortes Generales. Conocen desde dentro la complejidad del trabajo parlamentario: asisten a sesiones de la mano de su “emparejado”, recorren pasillos y salas, participan en reuniones y reciben formación sobre asesoramiento científico. Durante estas jornadas, y gracias a este intercambio, el personal parlamentario, diputados y letrados, tiene más presente que nunca la contribución de la dimensión científica a su labor.

Aunque pueda parecer un detalle menor dentro de la misión de la Oficina C, el programa de emparejamiento tiene un impacto profundo. Funciona como una punta de lanza que genera un entramado de vínculos que permite a científicos y diputados comprender, desde una mirada humana, prioridades, tiempos y desafíos. Adentrarse así en la tarea parlamentaria refuerza la relación entre ambos mundos y facilita un entendimiento mutuo que trasciende los informes.

Sin estos vínculos, que muchas veces llegan a ser personales y se basan en la confianza, la integración de la ciencia en la tarea parlamentaria corre el riesgo de quedarse en el terreno teórico. Los informes, por sí solos, pueden diluirse en la gran cantidad de información disponible, sin que se perciba plenamente el gran valor que aportan.

La Semana C busca crear un espacio donde estas brechas se reduzcan. Genera un intercambio directo y personal: los científicos se asoman a la vida parlamentaria, y los parlamentarios perciben de manera inmediata la contribución de la dimensión científica a su labor. Espacios donde la confianza ayuda a que la ciencia informe y la política decida.

SOBRE LA FIRMA: 

Cristina Fernández-García es técnica de conexión con la comunidad científica y la sociedad, Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados (Oficina C)

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