Carmen Crespo (PP) sostiene que la UE ha creado un punto de inflexión para Andalucía, aunque es necesario que preste más atención al sur.

La eurodiputada andaluza del PP Carmen Crespo ha manifestado que la adhesión de España a la UE en el año 1996 «marcó un antes y un después para todos» los españoles y, especialmente, para los andaluces», posibilitando una «transformación profunda» en el modelo económico, social y territorial de Andalucía. No obstante, ha considerado que la actual Unión Europea debería «mirar» más al sur, no «con condescendencia, sino con visión estratégica».

En declaraciones a Europa Press con motivo del 40 aniversario de la firma del Tratado de Adhesión de España a la UE que se cumple este jueves 12 de junio, Crespo ha señalado que la Unión Europea ha sido «un motor de progreso, cohesión y democracia, pero también un desafío constante que Andalucía ha sabido afrontar con esfuerzo, innovación y compromiso europeo», si bien ha reclamado una Europa que «mire al sur, no con condescendencia, sino con visión estratégica, que invierta en lo que somos, agricultura de vanguardia, pesca sostenible, energía, innovación y diversidad territorial».

«Andalucía no es en la periferia, es frontera, es corazón productivo, es reserva de vida y talento y quiere seguir siendo el motor de Europa, con más inversión, más voz y más justicia territorial, porque Europa sólo será completa si no deja atrás a quienes siempre han creído en ella», ha señalado.

«Cuatro décadas donde Europa ha sido el eje y el aliado importante para la transformación económica de España y de Andalucía con su integración en el proyecto europeo», ha expuesto Crespo, apuntando que la adhesión de la Unión Europea «ha traído oportunidades reales» para sectores claves de Andalucía y de provincias como Almería, como son el campo, el turismo o la logística.

Ha defendido que la Política Agraria Comunitaria (PAC), una de las políticas integradas de la Unión, «es un pilar económico y social para Andalucía, donde más de 240.000» personas cuentan «con su ayuda para sostener la actividad agrícola y ganadera». «Gracias a la PAC, Andalucía lidera la agricultura sostenible en Europa con inversiones claves en modernización de regadío, en digitalización o en relevo generacional», según Crespo, quien ha añadido que, en el sector agroalimentario, «los fondos han impulsado denominaciones de origen protegidas», como el aceite, el jamón serrano o el vino de Jerez, que son denominaciones con una gran proyección internacional.

Asimismo, según Crespo, la inversión europea ha permitido crear una industria agroexportadora «puntera con plataformas logísticas en todas las provincias» andaluzas.

«La garantiza la renta, el empleo o la fijación de la población en el medio rural frente al riesgo de la despoblación y de abandono del campo», según la eurodiputada del PP, quien ha señalado que, para Andalucía, la PAC «no es solo agricultura, sino que es biodiversidad, paisaje, tradición y es seguridad alimentaria para toda la Unión Europea».

Así, ha considerado que «Defender una PAC fuerte y adaptada a las singularidades andaluzas es defender la soberanía alimentaria de la Unión Europea y la cohesión territorial de España».

Sobre el asunto del agua y la sequía que suele azotar a Andalucía, ha expuesto que las deficiencias históricas en infraestructuras hidráulicas en esta comunidad también han sido abordadas en parte con los fondos europeos, aunque «falta mucho más».

Ha explicado se han ejecutado más de 1.200 millones en obras hidráulicas entre los años 2000 y 2020 con cofinanciación europea, en materia de modernización de canales, mejora de sistemas de riego o en construcción de estaciones depuradoras.

Para Crespo, persiste «la necesidad en la política hidráulica europea adaptada al clima mediterráneo». Como ponente del informe de la Estrategia de Resiliencia Hídrica de la Comisión Europea, Crespo ha recordado que ha defendido que Europa necesita una política de agua basada «en la inversión, en la ingeniería hidráulica moderna, en la planificación estratégica, apostando por un mix de fuentes hídricas», por la desalación o la modernización de regadíos.

En cuanto al asunto de la pesca en el mar Mediterráneo y en el Océano Atlántico, ha manifestado que «necesita respuestas, no recortes», de manera que «urge un aumento de cuotas basado en informes científicos»: «Justicia para una flota que ha hecho un enorme esfuerzo de adaptación».

Para Carmen Crespo, los fondos europeos son «la red de seguridad y el futuro de la pesca andaluza ante los desafíos climáticos normativos y el relevo generacional», y gracias a ellos, Andalucía «ha modernizado su flota, mejorando su trazabilidad o reforzando la sostenibilidad del sector», pero la inversión sigue siendo «insuficiente para garantizar esa viabilidad a largo plazo».

MÁS FONDOS Y MENOS BUROCRACIA

«Europa debe responder con más fondos y con menos burocracia; necesitamos un marco financiero que valore el esfuerzo del sector andaluz y que adapte a las exigencias medioambientales, pero con requisitos posibles», según la eurodiputada andaluza, para quien «los puertos pesqueros, las lonjas y las empresas transformadoras requieren un apoyo europeo para consolidar el empleo, la competitividad, la innovación y la incorporación de jóvenes», porque «sin fondos europeos no hay relevo generacional ni diversificación económica en nuestras costas».

Ha defendido que invertir en la pesca con fondos europeos «no es un gasto, sino que es una apuesta por la soberanía alimentaria, por la economía azul y por la cohesión territorial del litoral andaluz».

Carmen Crespo también se ha referido a otras políticas de la Unión Europea de las que se ha beneficiado Andalucía, como las de desarrollo rural; el programa Erasmus Plus; o al Fondo Social Europeo, que ha cofinanciado planes de empleo juvenil y formación dual, fundamentales para afrontar «las altísimas tasas de desempleo juvenil en algunas provincias».

Para Crespo, pese a los logros, «la ejecución de fondos sigue siendo desigual y además hay barreras técnicas burocráticas y de carácter gestor». «La seguridad alimentaria, la cohesión territorial y la lucha contra la sequía no pueden afrontarse con menos recursos y con trabas burocráticas», según Crespo, quien ha recalcado que «España lleva 40 años construyendo Europa y Andalucía ha sido una protagonista fundamental en esa transformación, desde la modernización del campo, la apertura al mundo o la vertebración territorial hasta la proyección cultural».

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