El Parlamento de Andalucía, presidido por Jesús Aguirre, ha dado comienzo este miércoles a la exposición ‘Rolando 2:15-2:45. 50 años de la primera masacre de ETA’, ubicada en el Salón de Pasos Perdidos. La muestra ha sido posible gracias a la solicitud de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril y ha sido desarrollada por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
Esta exposición fotográfica se centra en el devastador impacto del primer gran ataque terrorista de ETA, ocurrido el 13 de septiembre de 1974 en Madrid, que resultó en la muerte de 13 personas, incluyendo a Antonio Lobo Agudo, el primer andaluz víctima de ETA, y dejó más de 70 heridos, según informa el Parlamento.
‘Rolando 2.15 – 2:45. 50 años de la primera masacre de ETA’ es una exposición itinerante originada en Vitoria y consta de 22 paneles con códigos QR que proporcionan información adicional sobre los eventos del atentado y relatan las vidas de las 13 víctimas mortales.
Uno de los paneles rinde homenaje a los héroes del ataque, incluyendo vecinos, empleados, bomberos, policías, personal sanitario y taxistas, cuya rápida acción salvó muchas vidas.
La muestra está comisariada por Gaizka Fernández Soldevilla y Ana Escauriaza Escudero, respectivamente investigador e investigadora graduada en Historia y Periodismo por la Universidad de Navarra, y doctora en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco.
Jesús Aguirre ha instado a la ciudadanía a visitar la exposición, resaltando la importancia de recordar un período que causó un gran daño y despropósito en España, y de promover la defensa de la libertad y los derechos humanos.
Además, Aguirre ha rendido homenaje a todas las víctimas de la violencia de ETA, y ha recordado a Ascen y Alberto, asesinados en Sevilla, cuyo nombre lleva una de las principales salas de la Cámara andaluza.
El acto contó con la presencia de diputados, Florencio Domínguez, director del Centro Memorial; Enrique Algar, director de la Fundación; Teresa Jiménez-Becerril, adjunta al Defensor del Pueblo y hermana de Alberto; y Maribel Lobo, hija de Antonio Lobo.
Jiménez-Becerril destacó la exposición como un acto de memoria, dignidad y justicia para las víctimas invisibles de los ‘años del plomo’ de ETA. Maribel Lobo compartió cómo el asesinato de su padre marcó a su familia y la falta de apoyo a las víctimas en aquel tiempo.