Estos son los 12 pasos contra el acoso escolar que buscan evitar tragedias como la de Sandra Peña

¿Se cumplen realmente los protocolos antiacoso escolar en Andalucía? La Junta exige un procedimiento en doce pasos para detectar y frenar el bullying, desde la primera alerta hasta el apoyo psicológico a la víctima y la reeducación del agresor. Se investiga si el caso de Sandra Peña ha evidenciado lo que ocurre cuando ese protocolo no se aplica a tiempo

Pintadas en la fachada del Colegio Irlandesas Loreto. A 17 de octubre de 2025, en Sevilla (Andalucía, España).Varios centenares de familiares de menores escolarizados en el colegio Irlandesas Loreto de Sevilla se han concentrado este viernes en una plaza cercana a la vivienda de la joven de 14 años que este miércoles se precipitó desde un balcón en la calle Rafael Laffón, en la que han rendido homenaje a la menor y han denunciado presuntos casos de acoso escolar en el centro. María José López / Europa Press 17/10/2025

Qué marca la ley y cómo deben actuar los centros

El caso de Sandra Peña, la niña de 14 años del colegio Irlandesas de Loreto que se suicidó en Sevilla tras sufrir acoso escolar, ha reabierto el debate sobre la aplicación de los protocolos antiacoso en los centros educativos.

La familia sostiene que el colegio no activó ninguno de los mecanismos previstos y que solo separó a la menor de sus presuntas acosadoras, mientras la Consejería de Educación ha confirmado que el caso se encuentra ya en manos de la Fiscalía por una posible omisión de actuación.

Ante esta situación, conviene repasar qué pasos exige la Junta de Andalucía para prevenir, detectar y responder ante posibles casos de acoso entre alumnos.

Qué se considera acoso escolar

El protocolo autonómico define el acoso como una conducta intencionada, repetida y grupal que coloca al alumno en una posición de indefensión.

Puede manifestarse en forma de insultos, humillaciones, aislamiento, agresiones físicas o ciberacoso, y suele implicar a observadores pasivos que no intervienen.

El documento también subraya que estas situaciones afectan no solo a la víctima, sino también a los agresores -que aprenden a ejercer poder mediante la violencia- y al resto del grupo, que puede normalizar la injusticia si no se actúa.

Los 12 pasos del protocolo andaluz

El protocolo de actuación en supuestos de acoso escolar consta de doce fases.

Medidas con los agresores

El protocolo establece que los centros deben trabajar de forma conjunta con las familias de los alumnos agresores.

Si persisten las conductas, se aplican sanciones educativas o disciplinarias, que pueden incluir amonestaciones, suspensión temporal de asistencia o programas de modificación de conducta.

En los casos más graves, el centro debe trasladar el expediente a las autoridades competentes.

“Funciona si se aplica”

El caso de Sandra Peña ha puesto en evidencia las grietas de un sistema que, según la Junta de Andalucía, “funciona cuando se aplica, pero fracasa cuando se ignora”.

Los protocolos existen, pero su cumplimiento depende de la vigilancia, la implicación de toda la comunidad educativa y una detección temprana de las señales.

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