La Junta de Andalucía ha propuesto un nuevo decreto que establece la obligatoriedad de instalar desfibriladores externos automatizados en una variedad de espacios no sanitarios. Según el borrador accesible a través de Europa Press, estos incluyen centros educativos, residencias de mayores, farmacias y oficinas, entre otros. Además, se permitiría la colocación voluntaria en otros lugares, actualizando el registro andaluz de desfibriladores para mejorar el acceso público a estos dispositivos esenciales.
La legislación vigente ya requiere estos aparatos en áreas con gran afluencia como centros comerciales y deportivos. Sin embargo, el nuevo plan de la Junta amplía esta lista para incluir, por ejemplo, hoteles y campings con más de 200 plazas, colegios con más de 1.000 alumnos y oficinas con un mínimo de 200 trabajadores, entre otros. Además, se especifica que en municipios con policía local, los vehículos patrulla deben llevar al menos un desfibrilador.
Para manejar estos dispositivos, se requerirá una formación específica que podrá ser impartida por diversas entidades, incluidas las del sistema sanitario público de Andalucía. Al completar esta formación, los participantes recibirán una certificación válida por tres años, según estipula la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.
En situaciones de parada cardiorrespiratoria, actuar con rapidez es crucial y estas medidas pretenden fortalecer la llamada cadena de supervivencia, que comienza con el reconocimiento inmediato del evento y la rápida aplicación de técnicas de soporte vital.