El Parlamento y Save the Children ponen el foco en el matrimonio infantil con motivo del Día Internacional de la Niña

Save the Children ha celebrado un acto institucional en el Parlamento de Andalucía presidido por el presidente de la Cámara y con la participación de representantes de todos los grupos parlamentarios para presentar su campaña ‘Casarse no es un juego’, que visibiliza «una de las vulneraciones más graves de los derechos de la infancia», el matrimonio infantil, en el marco del Día Internacional de la Niña.

Según ha comunicado Save the Children en una nota, cada año, doce millones de niñas son obligadas a contraer matrimonio antes de cumplir los 18 años, «muchas de ellas, incluso antes de los quince», lo que equivale a una niña casada cada siete segundos. El acto ha contado con una rayuela imperfecta en el suelo del Parlamento de Andalucía como «símbolo de las vidas truncadas de millones de niñas» que son obligadas a casarse y «dejar de jugar, de aprender y de decidir sobre su futuro».

La organización ha señalado que las consecuencias de esta práctica son «devastadoras», provocando «embarazos precoces, complicaciones en el parto, abandono escolar, violencia de género y pobreza intergeneracional», y ha apuntado que «más de 650 millones de mujeres vivas hoy fueron casadas siendo niñas». Al hilo, han indicado que las causas del matrimonio infantil son «múltiples», pero la raíz es la «desigualdad de género», agravada por «la pobreza, los conflictos armados y la crisis climática».

En concreto, las niñas en zonas de guerra tienen un 20% más de probabilidades de casarse prematuramente y en países con alto riesgo climático, como Sudán del Sur o Bangladesh, dos de cada tres matrimonios infantiles ocurren como «respuesta desesperada a la pérdida de medios de vida». El presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, ha señalado que «es necesario que la sociedad más desarrollada los conozca», puesto que «sólo así nos podemos concienciar de una realidad tan cruel».

Al hilo, Aguirre ha añadido que los adultos «tenemos la obligación» de trasladar a nuestros jóvenes y adolescentes que son unos «privilegiados por vivir donde viven», y que «desgraciadamente no todos los niños y niñas del resto del mundo viven así, sino que viven de manera precaria», y obligados a hacer cosas «que no les corresponden por la edad que tienen».

En este sentido, Save the Children ha compartido con los asistentes historias de esperanza como la de Shumi, en Bangladesh, que logró evitar su matrimonio «gracias a la intervención de una líder comunitaria formada por la organización», o la de Kpemeh, en Sierra Leona, que «se negó a casarse a los doce años» y ayuda a otras niñas a denunciar esta práctica.

Por su parte, la directora de Influencia y Desarrollo Territorial de Save the Children España, Catalina Perazzo, ha concretado que el «verdadero» cambio se consigue «a través de los procesos legislativos, como en Bolivia», donde se ha aprobado una ley que prohíbe «sin excepciones» el matriomonio con menores de 18 años.

Perazzo ha detallado que desde su organización trabajan para que estas historias «se multipliquen», y para empoderar a las niñas «sensibilizando a comunidades, garantizando el acceso a servicios esenciales y promoviendo leyes que prohíban el matrimonio infantil y aseguren su cumplimiento».

Aunque se han dado pasos «importantes» hacia la erradicación del matrimonio infantil, el Parlamento de Andalucía y Save the Children han advertido que aún queda «un largo camino por recorrer» y han lanzado un llamamiento a la sociedad civil, las instituciones, las empresas y los organismos públicos «para que se comprometan con esta causa».

Según Aguirre, «sólo desde la unión de todos los estamentos podremos buscar y encontrar soluciones», y ha indicado que desde la Cámara andaluza la implicación de todas las diputadas «es total, como se refleja en la aprobación por unanimidad», en diciembre del 2022, de la creación de una Comisión Permanente no Legislativa sobre Infancia y Adolescencia. Por su parte, Perazzo ha concluido que piden que «Andalucía se sume a esta lucha global» y que la región se comprometa a «visibilizar, educar y actuar».

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