Patricia del Pozo considera que la renuncia de Málaga como sede del Mundial 2030 fue prudente y reafirma el proyecto de un nuevo estadio

Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Deporte, ha expresado que la decisión de Málaga de no ser sede del Mundial de Fútbol 2030 «ha sido dolorosa», pero se ha tomado «en la prudencia», ya que, ha enfatizado, «se han estudiado absolutamente todas las posibilidades habidas y por haber para evitar que se pudiera producir un perjuicio» y mantener la candidatura, reafirmando el compromiso de la Junta con un nuevo estadio para la ciudad.

En respuesta a una pregunta en comisión parlamentaria hecha por el diputado de Vox, Antonio Sevilla, Del Pozo ha mencionado que las tres administraciones involucradas –Ayuntamiento, Diputación y Junta– «han preferido rendirse antes que dar la batalla» según el crítico parlamentario, quien también cuestionó la justificación del alcalde, Francisco de la Torre, sobre el riesgo de dañar la imagen de la ciudad a causa de la renuncia.

Del Pozo ha reiterado que «la Junta de Andalucía ha impulsado Málaga como sede del Mundial 2030 desde el primer momento», con la gestión de toda la información y la documentación necesarias, incluyendo la firma del protocolo de intenciones y del convenio de colaboración para realizar las actuaciones necesarias, además de las previsiones presupuestarias hasta 2030.

Según la consejera, «era una prioridad para la Junta de Andalucía tener dos sedes, la del estadio de La Cartuja y la de La Rosaleda en Málaga» y destacó «la gran apuesta que hay en materia deportiva en la provincia de Málaga», mencionando eventos como las finales de la Copa Davis y de la Billie Jean King Cup.

«Creemos que esa renuncia, aunque sea muy dolorosa, que lo es después de tantísimo trabajo y de tanta ilusión como se le ha puesto a este proyecto, se basa en la prudencia», ha indicado Del Pozo, quien lamentó que «llegó un punto en que era imposible cumplir con los plazos exhaustivos que teníamos ya para el Mundial sin perjudicar en esta ocasión al Málaga». «Ha habido un momento en el que había que tomar una decisión, porque no se podía afrontar la remodelación de La Rosaleda si el club no estaba a favor y podía causarle algún tipo de perjuicio», añadió.

En relación al nuevo estadio, Del Pozo aseguró que «el compromiso es firme» y que «las tres administraciones tenemos asumido el compromiso con un nuevo estadio para Málaga», lo cual se puede abordar ahora «de una manera más tranquila y estudiar con el Ayuntamiento todas las posibilidades posibles sin perjudicar al Málaga».

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