Mario Jiménez, diputado autonómico y secretario de Desarrollo Estatutario del PSOE de Andalucía, ha desvelado en una conferencia de prensa que nos han contestado que ellos no hicieron ningún informe en respuesta a una indagación del Grupo Socialista. Esta consulta se realizó a través del canal de Transparencia del Parlamento, indagando sobre los documentos que apoyaban la declaración de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, quien asoció el apagón del 28 de abril a un ciberataque.
Hemos conocido que ningún organismo respaldó esa teoría esa mañana, que ninguna de las instancias que tienen las competencias de la Junta de Andalucía en ciberseguridad, inteligencia artificial o la Agencia Digital de Andalucía, hicieron ningún informe, continuó Jiménez, refiriéndose a la solicitud de su grupo para acceder al informe que sustentaba las declaraciones frívolas y responsables del señor Moreno Bonilla.
Moreno Bonilla hizo esa mañana un ridículo espantoso expandiendo el bulo del ciberataque, comentó el diputado socialista, cuestionando a quién le preguntó Moreno Bonilla esa mañana, si lo hizo al señor Sanz o al primero que pasó por la puerta. Jiménez también criticó que Moreno Bonilla se convirtió en un personaje ridículo y conspiranoico y a Andalucía la convirtió en el plató de cuarto milenio.
El dirigente socialista ha censurado al presidente andaluz por no ofrecer un mensaje de calma y en cambio, optó por difundir el miedo, los bulos y las teorías conspiranoicas, con el objetivo de generar pánico y señalar de una manera irresponsable al Gobierno de España.
Jiménez ha declarado que Moreno cometió dos gravísimos errores ese día, el primero fue la dejación de sus competencias, una actitud que ha contrastado con la gestión de las comunidades históricas, como Cataluña o Euskadi, cuyos presidentes no se pusieron de perfil ante sus responsabilidades y gestionaron sus competencias plenas. De manera cobarde y artera, el señor Moreno Bonilla se puso de perfil, ha añadido Jiménez, explicando que el Gobierno andaluz pensó que esa crisis iba a prolongarse días, quizás semanas y decidieron apostar al caos, a derribar al Gobierno de España ante esa crisis, concluyendo que se equivocaron, evidentemente, pues la crisis se resolvió en cuestión de horas.
Mario Jiménez ha recalcado que Moreno Bonilla quedó retratado como un presidente cobarde, incapaz de liderar en momentos críticos, dejando a los andaluces a su suerte y trasladando la responsabilidad al Gobierno de España, que inmediatamente aceptó las competencias y se puso al frente para resolver también en Andalucía.














