La portavoz adjunta del Grupo Socialista, Ángeles Férriz, ha expresado su descontento este miércoles ante la decisión de la Mesa del Parlamento de regular el uso de la sala de prensa de la institución, describiéndolo como «limitar la acción de los grupos políticos» y «callar la voz de la sociedad civil andaluza», calificándolo como «una censura como una catedral» y «otra cacicada más en la casa de los andaluces».
En su intervención en la Cámara autonómica, Férriz ha señalado que esta medida hace que Andalucía «más que una comunidad autónoma parece un régimen el régimen del señor Moreno Bonilla».
Férriz ha indicado que esto es «un pasito más» sumado a otras acciones del Partido Popular en la designación de cargos en organismos de supervisión como «lo que ha pasado en la Cámara de Cuentas, la Defensoría del Pueblo, la Oficina Antifraude, Canal Sur».
La portavoz adjunta ha argumentado que «de regulación nada, censura, así se llama lo que quiere hacer el señor Aguirre con esta sala de prensa», afirmando que la intención es dar «un portazo en la cara a los propios andaluces», ya que según ella, se busca impedir la participación de grupos como los sindicatos, las enfermeras, los del INFOCA, los padres y madres, las AMPA.
A estos grupos se les unirían figuras como «los ministros del Gobierno de España», especificando que «la señora Montero no puede venir aquí a comparecer en esta sala de prensa», refiriéndose a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda y también secretaria general del PSOE de Andalucía.
«La conclusión es bastante clara aquí: no puede venir nadie que moleste y critique al rey Baltasar porque aquí nadie puede criticar y molestar al presidente de la Junta de Andalucía», concluyó Férriz.
Además, criticó que el procedimiento adecuado habría sido «sentarte con los que utilizan la sala, por una parte con los grupos políticos» y los periodistas, antes de revelar que el Grupo Socialista se había reunido con la presidenta del Colegio de Periodistas de Andalucía, quienes «no tenían idea de que se iba a regular el uso» y habían solicitado «que se quede eso encima de la mesa».
Férriz contrastó la situación con el Congreso de los Diputados donde «se debate cuál es el uso que se puede hacer de la sala de prensa», mientras que en Andalucía «no se cuenta con absolutamente nadie» y lamentó que «lo que hacemos es utilizar todo lo público al servicio del señor Moreno Bonilla», advirtiendo de que «este Parlamento que cada día es menos Parlamento y es más sucursal de San Telmo».
Finalmente, Férriz también lamentó la lentitud en la aprobación del nombre propuesto por la Asociación de la Prensa de Sevilla para la sala de prensa, José Carlos Pichi Perelló, Pipo, que lleva casi dos años sin resolverse, mientras que otras salas se han renombrado en apenas dos semanas.