Francisco Cuenca, portavoz del PSOE de Andalucía, ha reiterado su oposición a la propuesta del Partido Popular andaluz de designar un nuevo titular para la Oficina del Defensor del Pueblo de Andalucía, sugiriendo el cambio de Jesús Maeztu por Rosario García Palacios, presidenta de Cruz Roja Andalucía. Cuenca ha calificado esta acción como «una de las mayores cacicadas de Moreno Bonilla: nombrar sin contar con nadie».
El análisis de Cuenca indica que, para alcanzar la mayoría necesaria de 3/5 en el Parlamento de Andalucía, el Partido Popular necesitaría el apoyo de Vox, lo que a su juicio evidencia que Moreno «se quita la careta» para acercarse más a dicho partido, manteniendo la etiqueta de «primer presidente que no se abraza a Vox».
«Queda claro que PP y Vox cuanto más cerquita estén mejor le viene a Moreno Bonilla», expresó Cuenca, criticando la radicalización percibida en los populares y su acercamiento a un partido que considera innecesaria la existencia de la Oficina del Defensor.
Además, el portavoz socialista ha cuestionado el manejo del Partido Popular respecto a la Oficina Andaluza contra el Fraude y la Corrupción, actualmente sin un titular definitivo tras la salida de Ricardo Vicente Puyol. Para Cuenca, estos movimientos son intentos de «amordazar a dos instituciones clave», situando a Moreno como un «auténtico cacique» y destacando que el Grupo Socialista ha propuesto iniciativas para renovar ambas instituciones de manera transparente.
El procedimiento propuesto por el Grupo Popular para nombrar nuevos titulares ha sido calificado por Cuenca de «unilateral, sin negociación», y realizado «por la puerta de atrás». También ha mencionado que el gobierno se encuentra «acorralado» por investigaciones en torno a contratos sanitarios, lo que explicaría su interés en controlar la Oficina Antifraude. «El presidente del diálogo destroza las instituciones», concluyó Cuenca, acusando a Moreno de gobernar para sí mismo y de desmantelar instituciones esenciales para la transparencia.











