En una reciente sesión de la comisión de Cultura y Deporte del Parlamento de Andalucía, se ha desestimado una proposición no de ley (PNL) presentada por el grupo Por Andalucía y respaldada por el PSOE-A. Esta propuesta criticaba que el presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP-A), adoptase una actitud considerada como ‘racismo institucional’ al pintarse la cara de negro para representar al rey Baltasar en la cabalgata de Reyes Magos en Sevilla, prevista para enero de 2026.
Alejandra Durán, diputada de Por Andalucía, defendió la iniciativa que censura el ‘blackface’, describiéndolo como una ‘práctica racista’ que ridiculiza a personas afrodescendientes mediante el maquillaje. Esta práctica se refiere a cuando ‘una persona blanca se pinta la cara de negro para representar a una persona negra’. La iniciativa buscaba prohibir o suspender espectáculos culturales en Andalucía que empleen el ‘blackface’, al considerar que infringe el artículo 14 de la Constitución española.
La proposición también sugería que, en ausencia de un marco normativo aprobado, el Parlamento debería asegurar que las actividades culturales organizadas o financiadas por la Junta no perpetúen estereotipos racistas o vejatorios, promoviendo representaciones respetuosas con la diversidad racial y cultural. Se criticaba directamente la participación de altos cargos de la Junta en eventos que utilicen dichas prácticas.
UN COMPORTAMIENTO ‘OFENSIVO’ QUE ‘PROMOCIONA ESTEREOTIPOS ERRADOS’
Desde Por Andalucía se argumentó que el ‘blackface’ es ofensivo y promueve estereotipos errados, siendo una costumbre que una mayoría blanca utilizaba históricamente para burlarse de minorías en lucha por sus derechos civiles tras siglos de esclavitud. La participación de Moreno en tal práctica fue calificada como un ‘insulto a la comunidad afrodescendiente de Andalucía’ y una ‘irresponsabilidad’ por parte de su cargo.
En respuesta, el parlamentario del PP-A, Daniel Castilla, tachó la iniciativa de ‘absurda’, argumentando que el conflicto planteado por el ‘blackface’ no es prevalente en Andalucía y es más típico de culturas como la estadounidense. Verónica Pérez, del PSOE-A, criticó la costumbre como anacrónica y destacó la inadecuación de que el presidente de la Junta, representante de todos los andaluces, participase en tal acto. Por último, la diputada de Vox, Montserrat Cervantes, desestimó la discusión sobre el tema como una pérdida de tiempo y un intento de aparecer moralmente superior.