Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa del PP-A, ha expresado su rechazo a las ‘lecciones’ del PSOE andaluz en torno a cuestiones de Granada, la inteligencia artificial y la educación pública. Esto sucede tras la designación por parte del Gobierno español de Móra la Nova en Tarragona como la localidad candidata para instalar una de las primeras gigafactorías de Inteligencia Artificial (IA) en Europa, descartando a Granada, que alberga ‘el mayor ecosistema de IA de España actualmente’.
En su intervención final en el Pleno del Parlamento andaluz, Sanz ha hecho un repaso de las acciones de la Agencia Digital de Andalucía (ADA) y ha contestado a las críticas de Rafael Recio, portavoz adjunto del Grupo Socialista. Recio había acusado a la Junta de afectar negativamente a la Universidad de Granada, destacada en ‘inteligencia artificial’, al proponer un nuevo grado en esa área.
Además, Sanz ha criticado la postura del PSOE-A por favorecer el traslado de estudios estratégicos de IA y de ingeniería biomédica a instituciones privadas, en detrimento de universidades públicas como las de ‘Granada y Jaén’. En respuesta, Sanz ha tachado al diputado socialista de promover un ‘andalucismo de pacotilla’ y le ha reprochado su aparente apoyo a la educación pública mientras que la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia), que ‘tenía que haber ido a Granada’, se ha establecido finalmente en La Coruña.
El consejero ha lamentado que, a pesar de tener ‘el mayor ecosistema que hoy hay de inteligencia artificial en Granada’, el Gobierno haya presentado a Tarragona como ‘única candidatura española para acoger uno de esos cuatro centros’. Sanz ha acusado al PSOE de ‘traicionar a Andalucía día a día’ y de no defender adecuadamente los intereses de la región en el ámbito de la IA.
‘¿Me quiere usted decir qué ecosistema de inteligencia artificial hay en Tarragona, en un pueblo que se llama Mora la Nova? Ninguno’, ha cuestionado Sanz, señalando que el PSOE ‘tiene que pagar los favores de los siete votos –en alusión a los de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados– que le mantienen en el Gobierno’.