El grupo parlamentario Aragón-Teruel Existe ha emitido una evaluación crítica de los primeros dos años de mandato del gobierno liderado por Jorge Azcón, describiéndolo como un «gobierno de marketing e imagen más que de contenido y acción».
Según Tomás Guitarte, portavoz del grupo, este periodo se ha caracterizado por «muchas promesas, pero ningún cumplimiento», y por «mucho anuncio millonario, pero ninguna mejora real de las condiciones de vida de los aragoneses». Guitarte ha enfatizado que bajo la administración de Azcón, se observa «mucha palabrería de apoyo al medio rural y de lucha contra la despoblación que queda en partidas presupuestarias insuficientes y sin ejecutar, compromisos incumplidos y un modelo de cohesión territorial inexistente». Además, critica la continuación de «las políticas centralizadoras de los gobiernos anteriores».
El portavoz ha señalado también la inestabilidad del gobierno de Azcón, destacando la falta de presupuestos por más de un año y la ausencia de mayoría para aprobar iniciativas importantes.
«En un contexto político donde no importa lo que se haga, sino confrontar con el de enfrente, es imposible hacer una valoración positiva, porque no hay acción de gobierno, solamente polarización con asuntos de ámbito estatal para echarle una mano a Feijóo, y ninguna voluntad de gobernar con un proyecto propio para los aragoneses, más allá de permitir la captura de las políticas públicas por parte de grandes corporaciones y lobbies», afirmó Guitarte. «Lo vemos claramente con las renovables, que el PP aprovechó en campaña y a la hora de la verdad cuando se debe gestionar; no solo no las ha regulado, sino que ha amplificado la alfombra roja a las empresas, favoreciendo el trasvase de recursos aragoneses al resto de España y permitiendo leyes a medida para que el sector eléctrico siga ganando».
POLÍTICAS SOCIALES: PRIVATIZACIÓN
Guitarte también abordó temas de salud y vivienda, indicando que la sanidad «se está privatizando a pasos agigantados» y los hospitales más pequeños están perdiendo servicios, como el Hospital Obispo Polanco de Teruel. Mencionó «la inclusión por nuestra parte en los presupuestos de la construcción de la radioterapia en el nuevo hospital» como un avance, aunque no por iniciativa del gobierno actual. En cuanto a la política de vivienda, criticó la especulación y el modelo concentrador de población en Zaragoza, señalando que no hay un compromiso real con la vivienda rural, y las propuestas de alquileres asequibles a 900 euros son irrisorias para los jóvenes.
Guitarte concluyó lamentando un «modelo privatizador que ha llegado a la universidad, con una inversión de 15 millones para adaptar espacios en Zaragoza a una universidad privada sin licencias aún concedidas», y resumió la situación actual como una de «mucho anuncio que veremos en que queda, y en cualquier caso, en industrias que generan poco empleo considerando los ingentes recursos que consumen, como agua, energía y territorio, y un deterioro de los servicios públicos, especialmente sanidad, del que la ciudadanía está más que harta».















