Roberto Bermúdez de Castro, consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública del Gobierno de Aragón, ha declarado que «Aragón, no el Gobierno de Aragón, tiene uno de los mejores servicios de emergencias de España», integrado por «muchos profesionales de diferentes administraciones que siempre funcionan de una manera excepcional» y que «lo han hecho siempre y también lo hicieron hace unos días», en referencia a las tormentas del 13 y 14 de junio.
Bermúdez de Castro ha realizado estas declaraciones durante su intervención voluntaria en la sesión plenaria de las Cortes. El 13 de junio, el Ejecutivo fue alertado por un correo de AEMET sobre un aviso naranja en varias zonas, con probabilidad de lluvia de hasta el 70%, «no del 100%», y «inmediatamente» se informó a las entidades pertinentes para prepararlas ante posibles incidentes.
El Gobierno puso en marcha el Plan Especial de Protección Civil en fase de alerta, comunicándolo a ayuntamientos y comarcas «¿Cuántas vidas se salvaron por este aviso a comarcas y ayuntamientos? Porque los alcaldes hicieron su papel avisando a sus ciudadanos». Después de un aviso de la CHE, se contactó con varios ayuntamientos y se elevó la emergencia al Nivel 1, seguido de una reunión del CECOPI y una convocatoria a los representantes de las comarcas afectadas por Bermúdez de Castro.
«No hay ninguna víctima mortal», recalcó el consejero, quien también aclaró que «una emeregencia no es limpiar el cauce del río, que es competencia de la CHE y limpia poco; tampoco es limpiar casas particulares». La Unidad Militar de Emergencias fue activada posteriormente, ya que los técnicos de Infoar estaban asignados a la prevención de incendios forestales.
Desde diferentes partidos políticos se comentó sobre la gestión de la emergencia, criticando algunos la falta de agilidad y otros elogiando el desempeño de los equipos de respuesta. La diputada de CHA, Isabel Lasobras, resaltó la labor de los equipos desde el primer momento, mientras que desde Podemos, Andoni Corrales enfatizó en la necesidad de estar preparados ante los extremos climáticos que «el cambio climático, que muchos niegan, va a traer».