El consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, ha subrayado este martes, en referencia a las cuentas de 2026: “No vamos a llegar a ciertos lugares donde entendamos que no estamos cómodos”.
Tras las reuniones mantenidas en el Edificio Pignatelli entre el presidente aragonés, Jorge Azcón, y los representantes del PAR y de Teruel Existe, el responsable de Hacienda ha recordado que el Ejecutivo autonómico pretendía sacar adelante el techo de gasto por el cauce “normal” y que en julio se inició la redacción del proyecto de ley de presupuestos, dando por finalizada esa fase en agosto.
Según ha explicado, el Gobierno de Azcón no dispone de mayoría suficiente “y la gente que podía apoyar nuestros presupuestos ha tomado una deriva que nos impide llegar a acuerdos dentro de la normalidad”, ha remarcado Bermúdez de Castro. En cuanto al planteamiento del PSOE, ha criticado que sus propuestas de cuentas públicas son “un corta y pega” de ejercicios anteriores.
Sobre el encuentro de esta mañana con el PAR, el consejero ha destacado que la conversación con su portavoz, Alberto Izquierdo, ha sido “muy constructivo” y que se han centrado en cuestiones como el sector agrario, la peste porcina y la modernización de infraestructuras en la Comunidad.
En lo que respecta a A-TE, ha señalado como aspecto positivo que el intercambio también ha sido “muy constructivo”, con el portavoz Tomás Guitarte poniendo el foco en la política de vivienda, el equilibrio territorial y la captación de inversiones para la provincia. Como elemento negativo, ha lamentado que “ponen una cortapisa, que ellos no van a estar donde vaya a estar Vox y empieza a haber vetos cruzados”.
Condonación de la deuda autonómica
Bermúdez de Castro se ha pronunciado igualmente sobre la condonación de 83.000 millones de euros de deuda autonómica aprobada este martes por el Consejo de Ministros.
El consejero ha cargado contra la posición del Gobierno central y ha asegurado que la ministra portavoz, Pilar Alegría, “se reitera en la mentira” al sostener que el ahorro en intereses puede destinarse a gasto social, algo que, a su juicio, “y eso es falso”, apoyándose en los criterios de la AIReF y de la Intervención General del Estado.











