En un emotivo acto celebrado en la Sala Goya del Palacio de la Aljafería, Isabel Lasobras, patrona de la Fundación Aragonesista Chesús Bernal, ha dado a conocer a los laureados de la cuarta edición de los Premios Aragón 2025, una iniciativa que busca destacar la contribución de individuos y grupos en diversas áreas de conocimiento y acción que han marcado la diferencia en Aragón.
“Hoy volvemos a reunirnos, con estos premios, en torno a una memoria que sigue viva: la de Chesús Bernal. Un referente para muchos aragoneses y aragonesas, que no necesitaba alzar la voz para hacerse escuchar. Su forma de hacer política era otra: la del respeto, la del diálogo, la del aragonesismo honesto, sin estridencias, pero con una profunda convicción”, ha señalado.
Carlos Martín Montañés, un reconocido científico y catedrático de Microbiología, ha sido honrado con el galardón ‘Aragón 2025’ por su liderazgo en la investigación y creación de la vacuna MTBVAC contra la tuberculosis, siendo esta la primera que utiliza el bacilo atenuado de tuberculosis humano.
La Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), que agrupa a 58 entidades de cooperación y solidaridad, ha recibido el ‘Aragón Solidario 2025’. Esta federación es un pilar de la solidaridad en Aragón y edita anualmente un Informe sobre la Ayuda Oficial al Desarrollo en la región.
El ‘Aragón Divulgación 2025’ ha sido otorgado al Grupo RISArchers, un colectivo de monologuistas científicos que ha logrado acercar la ciencia a casi 15.000 personas a través de sus actuaciones desde 2015.
Javier Macipe Costa, por su parte, ha sido premiado con el ‘Aragón Cultural 2025’ tras su exitoso debut en el cine con ‘La estrella azul’, un filme que le valió dos Premios Goya en 2025, además de ocho galardones en la Academia del Cine Aragonés.
Por promover el patrimonio aragonés a través del deporte tradicional, Fernando Maestro Guerrero ha recibido el ‘Aragón Identidad 2025’, siendo una figura clave en la socialización y la creación de identidad regional.
“Cada persona y colectivo premiados representa lo que Chesús soñaba: un Aragón libre, justo, culto, orgulloso de ser quien es. Sigamos queriendo esta tierra como él nos enseó. Sin que nos tiemble la mano. Con emoción, con compromiso y con memoria”, concluyó Isabel Lasobras.














