La Chunta Aragonesista (CHA) ha expresado su preocupación por una propuesta legislativa en las Cortes de Aragón que busca restringir las festividades religiosas no católicas. Este debate, que surgió a raíz de una controversia en Jumilla, parece estar siendo promovido por la ultraderecha en Aragón.
Según CHA, dicha propuesta es un claro ejemplo de intolerancia, contraria a los valores democráticos y la libertad de culto, representando un retroceso en la armonía social y el respeto por la diversidad.
Isabel Lasobras, la secretaria general de CHA, ha declarado: «En Aragón no vamos a permitir que se utilicen las instituciones públicas como altavoz de discursos de odio ni de campañas de exclusión cultural y religiosa. El PP y el presidente Azcón deben dejar claro de inmediato si comparten esta deriva ideológica o si van a plantar cara. Si estas son las ‘líneas verdes’ para aprobar los presupuestos, queremos saber cuánto está dispuesto a tragar el PP a costa de los más elementales principios democráticos».
Desde su compromiso con el laicismo, Lasobras ha enfatizado que es esencial que las instituciones mantengan la neutralidad y ofrezcan un trato igualitario a todas las creencias y expresiones culturales. «No se puede pretender imponer una única visión cultural y religiosa, como si la diversidad no fuera parte de nuestra sociedad. La libertad religiosa y la pluralidad cultural no son concesiones: son derechos fundamentales, también reconocidos por el Estatuto de Autonomía de Aragón y por los distintos tratados internacionales».
CHA ha criticado la pasividad del PP en Aragón frente a esta clase de iniciativas, considerándola una aceptación tácita de políticas perjudiciales para la convivencia y que promueven la división social. «En democracia, callar ante la intolerancia es darle alas. No vale mirar hacia otro lado mientras se negocian sillones y presupuestos. Hay que condenar de forma clara y pública este tipo de decisiones», concluyó Lasobras.