Esta mañana, el presidente de la Cámara de Cuentas de Aragón, Jesús Royo, ha informado en la Ponencia de fiscalización de las Cortes de Aragón sobre el estado de las cuentas del Ayuntamiento de Calatayud de los años 2021 y 2022. Afirmó que estas «fueron rendidas en plazo» y describió la situación económica-financiera como saneada, aunque marcada por ciertas «irregularidades que afectarían a los resultados finales». Royo ha subrayado la importancia de establecer una unidad de seguimiento para mejorar el proceso de fiscalización y aplicar las recomendaciones sugeridas.
En la presentación, se destacó que se identificaron varias «irregularidades que se pueden subsanar», incluyendo la necesidad de mejorar el sistema de registro y contabilidad completa, así como los procedimientos de contratación. Estas observaciones fueron compartidas por el Parlamento aragonés y se consideraron aplicables a otros municipios, según Royo.
Por otro lado, Antonio Cendoya señaló la ausencia de cambios significativos en los créditos y una ejecución presupuestaria baja en ciertos capítulos, atribuyéndolo a la escasa planificación previa. Hizo hincapié en que cualquier modificación presupuestaria debe ser debidamente justificada, aunque en este caso las explicaciones fueron muy breves y genéricas.
María Navarro (PP) recordó que, a solicitud de la Ponencia, se preparó un anteproyecto de ley para crear una unidad dentro de la Cámara de Cuentas que supervise la implementación de las recomendaciones de los informes. Óscar Galeano (PSOE) criticó que la gestión de Calatayud no es ejemplar y que su situación financiera refleja varias debilidades. Fermín Civiac (Vox) expresó preocupación por las deficiencias en el control interno y las irregularidades en las contrataciones y gestión presupuestaria. José Luis Soro (CHA) y Tomás Guitarte (A-TE) coincidieron en señalar la falta de transparencia y el incumplimiento de normativas en la gestión de subvenciones y el proceso presupuestario.