Javier Carbó, secretario territorial de CHA para las comarcas de Teruel, ha expresado su rechazo el jueves a la idea de transformar el Maestrazgo en un laboratorio de riesgos para las empresas energéticas, oponiéndose al plan de almacenamiento de CO2.
Mediante un comunicado, CHA ha declarado su oposición frontal al proyecto de almacenamiento geológico de CO2 que involucra a diversos municipios del Maestrazgo, tras la publicación en el Boletín Oficial de Aragón de la resolución de 18 de julio de 2025 que concede el permiso de investigación ‘Maestrazgo’ a la firma promotora.
El proyecto tiene como objetivo depositar CO2 en capas subterráneas profundas, después de transportarlo desde otras instalaciones a través de gaseoductos o camiones, con la intención de mantenerlo confinado permanentemente. Las inyecciones se realizarían en municipios como Villarluengo, Tronchón, Mirambel, Cantavieja o Cañada de Benatanduz.
Carbó ha mencionado que este proyecto es una visión a corto plazo que busca prolongar la dependencia de los combustibles fósiles. Nos quieren hacer creer que enterrar CO2 bajo presión es seguro, cuando en realidad hay riesgos de fugas, movimientos del suelo y efectos desconocidos en acuíferos y ecosistemas. El Maestrazgo no debe convertirse en el basurero de gases de otras regiones.
Recordó que ya en el último siglo se propuso una iniciativa similar en relación con la Central Térmica de Andorra, que se abandonó por sus altos costos y falta de garantías técnicas. Nos intentan convencer nuevamente con promesas de inversión y empleo, pero lo cierto es que los beneficios son para las empresas mientras que los riesgos y los impactos permanecen aquí.
CHA ha advertido que este tipo de proyectos se eligen para áreas rurales de baja densidad poblacional, donde se espera menos resistencia. Esto no representa una transición energética ni un desarrollo sostenible, sino una especulación ambiental bajo una falsa etiqueta verde, denunció Carbó.
En conclusión, CHA se muestra en contra de este proyecto. Seguimos promoviendo alternativas sostenibles para el futuro de la región, como el establecimiento de un diálogo con la comunidad para crear un área protegida importante en las sierras orientales de Teruel, en lugar de la instalación de energías renovables masivas y este tipo de grandes almacenes en áreas montañosas.















