El producto interior bruto de Aragón ha evolucionado de 6.670 millones de euros --1.109.816 millones de pesetas-- en 1986, año en que España se incorporó a la Unión Europea, hasta alcanzar los 46.674 millones de euros en 2023. Esto implica que la actividad económica de la comunidad autónoma se ha incrementado casi por siete desde la adhesión a la UE.
En este mismo periodo de cerca de cuatro décadas, la población aragonesa ha crecido desde las 1.184.295 personas registradas entonces hasta los 1.351.591 habitantes actuales, lo que supone 167.296 residentes más.
Las cifras han sido difundidas este jueves por la Oficina del Parlamento Europeo y la Comisión Europea en España, con motivo de la presentación de “Desde 1986”, una iniciativa destinada a mostrar el recorrido de España dentro de la Unión y a poner en valor el papel clave que el país desempeña en la construcción del proyecto europeo.
En el marco de esta propuesta se subraya que, desde 1986, España “ha crecido con más derechos, más oportunidades y más presencia en el mundo”, y que la propia Europa es hoy “más fuerte gracias a la aportación española”.
Durante estas cuatro décadas también ha aumentado de forma muy significativa el número de ciudadanos procedentes de otros Estados miembros que residen en Aragón. Si en 1998 vivían en la comunidad 2.300 personas con nacionalidad de otro país de la Unión Europea, en 2022 la cifra ascendía a 63.487, lo que representa un incremento del 2.660% respecto a 1998.
Turismo y fichas regionales
En el ámbito turístico, los datos recabados indican que en los nueve primeros meses de 2025 la comunidad ha recibido 724.395 visitantes de países de la UE, principalmente de Francia, seguidos por Italia, Alemania y Portugal.
El proyecto “Desde 1986” persigue igualmente acercar la realidad europea a la ciudadanía, demostrando que las políticas comunitarias tienen un impacto directo en su día a día. Con motivo del 40 aniversario de la entrada de España en la UE, se ha puesto un “énfasis especial” en las Comunidades y Ciudades Autónomas mediante fichas específicas que recogen datos, indicadores y ejemplos concretos de cómo la Unión ha contribuido a su desarrollo.
Estas fichas regionales permiten analizar la evolución económica desde 1986, el avance del turismo en cada territorio y las prestaciones sociales apoyadas por la UE. También detallan el peso de la política agrícola común (PAC) para agricultores y ganaderos, los proyectos europeos que han modificado infraestructuras, movilidad, innovación, medio ambiente o servicios públicos, así como las iniciativas respaldadas por fondos comunitarios en cada región.
Impacto de la PAC y proyectos financiados
En lo relativo a la PAC, en 2025 sobresale que Aragón ha activado la “solicitud única” con casi 490 millones de euros en ayudas. De ese montante, 446 millones se dirigen a pagos directos a la producción, 21,5 millones a compromisos medioambientales y climáticos, 16 millones a Zonas con Limitaciones Naturales de Montaña y Específicas y 156.000 euros a Ayudas a las desventajas específicas resultantes de la aplicación de la directiva del marco del agua y la Red Natura 2000.
Entre las actuaciones cofinanciadas por la UE figura ConectAragón, dotado con casi 40 millones de euros, cerca de la mitad procedentes de fondos FEDER, que tiene como objetivo proporcionar o mejorar la conectividad a Internet en los núcleos rurales.
Otro ejemplo es el Proyecto HELACS, con un presupuesto cercano a los 2 millones de euros, de los que la Unión Europea aporta 1.796.775 euros --el 94 por ciento--, destinado a desarrollar un modelo de desmantelamiento de aeronaves que optimice la clasificación, el reciclaje y la reutilización de sus componentes.
El Programa de Desarrollo Rural 2014-2022 de Aragón ha dispuesto en ocho años de casi mil millones de euros, de los que la UE ha financiado 642.000.000 euros --el 65%-- a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). Estos recursos se han orientado al impulso del emprendimiento femenino y la agroindustria, con medidas para combatir la despoblación y fomentar el empleo en el medio rural.
En el campo cultural destaca el Proyecto MOMAr, con un presupuesto de 1.273.496 euros, de los que la UE aporta 1.082.471 euros --el 85%-- mediante fondos FEDER, dirigido a desarrollar acciones de conservación y promoción del patrimonio.
También sobresale el Proyecto LIFE Ebro Resilience P1, con un presupuesto de 13.308.900 euros, financiado en algo más de la mitad por la UE. Su finalidad es reforzar la resiliencia del tramo medio del Ebro frente al riesgo de inundaciones, mejorar el estado ecológico del río y preservar la biodiversidad. Para ello se contemplan medidas de reducción de los daños causados por las crecidas, fomento de la participación de la población local, creación de hábitats adecuados para especies amenazadas y diseño de una estrategia replicable en otros ámbitos nacionales y europeos.
En materia de infraestructuras sanitarias, Aragón ha contado con financiación FEDER al cien por cien, por un total de 11.752.242 euros, para la construcción de un nuevo centro de salud en la avenida Cataluña de Zaragoza y la reforma y ampliación del Servicio de Urgencias del Hospital “San Jorge” de Huesca.
Por otro lado, el proyecto Matilde, con 2.987.830 euros íntegramente procedentes del programa Horizonte 2020, ha permitido estudiar el papel y la situación de los inmigrantes extracomunitarios en la revitalización de zonas rurales y de montaña.
La rehabilitación del Palacio de Deportes de Huesca ha recibido igualmente una aportación de 1.300.000 euros --el 76% del presupuesto total-- con cargo a los fondos NextGenerationEU.
Una decisión histórica para España y Europa
Durante la presentación de la iniciativa, la directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, María Andrés, señaló que los materiales elaborados aspiran a ofrecer a los medios “un marco claro, coherente y basado en datos objetivos” para abordar estas cuatro décadas de pertenencia a la UE. Recordó que la adhesión fue “una decisión histórica, profundamente política y emocional”, guiada por “la aspiración de formar parte de un proyecto de democracia, estado de derecho, prosperidad y paz”.
Andrés subrayó que este aniversario llega en “un momento geopolíticamente extremadamente complejo”, marcado por “conflictos, tensiones comerciales y desinformación organizada”, lo que hace “más necesario que nunca” explicar con rigor el proyecto europeo.
En este escenario, defendió que España continúa siendo “uno de los países más europeístas de la Unión Europea”, con un respaldo “transversal y claro”, y apeló a la responsabilidad de los medios para que los ciudadanos “no solo se sepan europeos, sino que se sientan europeos”, reforzando así “un proyecto que hay mucho que celebrar, pero también mucho que defender”.
El director de la Representación de la Comisión Europea en España, Daniel Calleja, incidió en que los 40 años de integración de España en la Unión Europea “son la historia de un éxito”, al suponer “una transformación sin precedentes en nuestro país desde la segunda mitad del siglo XX”.
Según destacó, la entrada en la UE trajo consigo “la consolidación de la democracia, la modernización de las infraestructuras, la apertura de la economía al mercado único y el refuerzo de la cohesión económica y social”, con repercusión directa en la vida cotidiana gracias a “la libre circulación, la libertad de establecimiento, el programa Erasmus o el apoyo a los agricultores y al desarrollo regional”.
Calleja remarcó además que España “no solo se ha beneficiado de la Unión Europea, sino que también ha contribuido a transformarla”, actuando como “un socio leal, comprometido y profundamente europeísta”.