Mari Carmen Soler, diputada del PSOE en las Cortes de Aragón y alcaldesa de Mirambel, ha exigido este martes al Gobierno de Aragón que respalde a los ayuntamientos del Maestrazgo en su oposición al plan de almacenamiento de CO2 «porque hipoteca nuestro futuro, es una iniciativa con tecnología totalmente experimental y compromete la calidad del suelo, del agua y del aire».
En conferencia de prensa, Soler ha destacado que existen argumentos objetivos «para mostrar el rechazo absoluto del grupo del PSOE del Maestrazgo al proyecto de almacenamiento de CO2 porque, a diferencia de las energías renovables, que son reversibles y generan riqueza para los municipios, en este caso del almacenamiento de C02 todo es una incógnita y no deseamos ser conejillos de indias».
Además, ha presentado una pregunta en las Cortes dirigida al consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, para que clarifique el impacto ambiental del proyecto. «Formulamos nuestra oposición a la resolución de la Dirección General de Minas por sentirnos perjudicados por el proyecto».
Soler ha criticado que «se pretende confundir a la opinión pública comparando las energías renovables con un proyecto con una tecnología experimental con riesgos evidentes para el futuro».
«No podemos permitir que el Maestrazgo se convierta en el vertedero de emisiones, de gases nocivos para la salud como es el dióxido de carbono; desde el PSOE del Maestrazgo siempre hemos apostado por la conservación del planeta y por las energías renovables, pero nunca iremos contra el futuro de nuestro territorio único e inigualable», ha declarado Soler.
La parlamentaria ha explicado que el Maestrazgo es un tesoro natural, geológico y paisajístico: «Este proyecto de almacenamiento de CO2 supone un riesgo inaceptable para su ecosistema y en este punto quiero hacer alusión a los estudios y las investigaciones existentes al respecto porque hay riesgos geológicos y medioambientales al inyectar miles de toneladas de CO2 a alta presión en el subsuelo podría provocar microseísmos y desestabilizar la zona».
«Existe un riesgo de fugas de CO2, que podrían contaminar acuíferos subterráneos, fuentes y manantiales afectando directamente a la agricultura, la ganadería y al consumo humano».
Carmen Soler ha señalado que «no se conoce los efectos a largo plazo que podría generar un proyecto de esta envergadura sobre la salud de los habitantes del Maestrazgo, ya que el riesgo de fugas de CO2 es una amenaza directa para el bienestar de nuestros vecinos».
Finalmente, ha afirmado que «el proyecto no crea riqueza, sino que pone en peligro la economía ya existente y fomenta la despoblación; desde luego no conocemos los beneficios para la comarca».