En una reciente reunión en Huesca, el Partido Aragonés ha tomado la decisión de “reclamar públicamente respeto a la voluntad y oposición de los habitantes del territorio ante proyectos que pueden determinar su futuro y que estas acciones sean planteadas mediante el consenso y la colaboración, con un papel esencial de la sociedad y de las resoluciones de las instituciones locales”. Esta postura refleja la importancia de priorizar las opiniones de los aragoneses que residen en las áreas afectadas por nuevas inversiones, quienes deberían tener la última palabra en cualquier decisión que afecte su modo de vida y desarrollo futuro.
Proyectos como Oroel Park y la instalación de plantas fotovoltaicas en La Fueva, así como complejos de baterías en Castejón de Sos son ejemplos claros de la necesidad de esta consideración local. Javier Betorz, presidente del Comité intercomarcal, destacó la relevancia de administrar con cercanía, señalando que “es toda una declaración de principios acerca de la necesidad de que todas las instituciones administren con cercanía, porque en ocasiones, pretendidos fines ambiciosos, por legítimos y eficaces que se presenten, se alejan del horizonte que defienden los habitantes de la zona afectada o supuestamente interesada”.
En el evento también participaron figuras destacadas como Alberto Izquierdo y Fran Aísa, quienes reiteraron el compromiso del partido con el respeto a las decisiones de los aragoneses sobre su tierra, citando intervenciones pasadas en las Cortes en defensa de la autonomía local en temas como las energías renovables y el almacenamiento de CO2.
NUEVO COMITÉ INTERCOMARCAL
La reunión también sirvió para formalizar el nuevo Comité intercomarcal de Huesca, liderado por Javier Betorz y Esperanza López. La nueva estructura busca fortalecer el papel del Alto Aragón en la construcción de un futuro equilibrado y próspero para la comunidad. El presidente del Partido Aragonés, Alberto Izquierdo, aprovechó para anunciar el XVI Congreso del partido, enfatizando la igualdad de voto entre los militantes y la importancia de la participación para el futuro del aragonesismo.















