Este martes, la Comisión de Fomento del Parlamento de Aragón ha dado luz verde a una proposición no de ley que busca «instar al Gobierno de Aragón a establecer un cauce de comunicación eficaz para que los vecinos de las viviendas de uso turístico puedan transmitir sus quejas de modo ágil a los promotores o gestores de las mismas, así como a la Inspección de Turismo».
La iniciativa, impulsada por Vox y respaldada por la mayoría de los grupos parlamentarios excepto CHA que se abstuvo, ha sido defendida por Carmen Rouco de Vox, quien ha señalado que «el fenómeno de las Viviendas de Uso Turístico constituye un acontecimiento relativamente novedoso que en ocasiones no está exenta de controversias como consecuencia de la convivencia para las personas que habitan permanentemente en un determinado inmueble».
Rouco también criticó la actual legislación, calificándola de «poco eficaces para garantizar la vida de los afectados por molestias y otros perjuicios a la vista de las características y duración de este tipo de hospedajes», subrayando la necesidad de «establecer mecanismos de comunicación ágiles que permitan remediar la situación rapidez».
Por su parte, Susana Cobos del PP enfatizó en la importancia de «mejorar la convivencia vecinal» sin que las viviendas turísticas dejen de ser un motor económico. Mientras, Beatriz Sánchez del PSOE hizo eco de una sugerencia de la Justicia de Aragón, Concepción Gimeno, sobre la falta de un mecanismo eficiente para la comunicación de problemas en tiempo real.
Isabel Lasobras de CHA y Pilar Buj de Aragón-Teruel Existe destacaron los problemas de convivencia generados por el turismo en zonas residenciales, especialmente en pequeños municipios. Alberto Izquierdo del PAR abogó por una regulación interna en las comunidades de propietarios que no restrinja la actividad económica.
