En una reciente sesión plenaria, las Cortes de Aragón han decidido no aprobar una proposición no de ley presentada por el PSOE, que buscaba oponerse a la iniciativa de reactivar el trasvase del Ebro mediante el llamado Pacto Nacional del Agua impulsado por el PP, y rechazar cualquier proyecto de trasvase del río.
La propuesta del PSOE incluía la defensa de una reserva de agua de 6.550 hectómetros cúbicos, tal como establece el Estatuto de Autonomía de Aragón, para fomentar el desarrollo sostenible y la participación eficiente en la gestión del recurso hídrico. IU añadió una enmienda para considerar la seguridad humana en proyectos de regulación. En contra votaron PP y Vox, mientras que el resto de partidos se mostraron a favor.
Marcel Iglesias, diputado del PSOE, instó a un rechazo unánime del trasvase, criticando la postura de PP y Vox de desviar 1.050 hectómetros cúbicos de agua hacia el Levante, volumen utilizado para irrigar los Monegros. «Eso lastraría para siempre el desarrollo de Aragón y de toda la cuenca, y terminaría con el Ebro, sobre el que orbita toda la cuenca», explicó Iglesias, quien además señaló que Alberto Núñez Feijóo había defendido este trasvase en Murcia, siendo aplaudido por Azcón.
«Feijóo dice una cosa en un sitio y otra en otro sitio», se quejó un diputado del PP, acusando a Feijóo de mentir tanto al PP como a los ciudadanos aragoneses. Vox, por su parte, respaldó el trasvase. En contraste, la portavoz adjunta del PP, María Navarro, aseguró que su partido se oponía al trasvase del Ebro pero apoyaba las obras relacionadas con el Pacto del Agua.
Por otro lado, representantes de CHA, Aragón-Teruel Existe, Podemos e IU expresaron su rechazo a los trasvases y abogaron por un enfoque más sostenible en la gestión del agua en Aragón, destacando los desafíos impuestos por el cambio climático y la necesidad de adaptación en las prácticas agrícolas.
















