En una reciente sesión plenaria, las Cortes de Aragón han decidido no aprobar la proposición no de ley presentada por el PSOE, que contó con el rechazo de PP, Vox y PAR y el apoyo de los demás partidos. La diputada socialista Carmen Dueso había solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza que «respete el diseño original del tranvía y elimine la publicidad de su carrocería, evitando así reducir su accesibilidad y cuidando una de las señas de identidad de la ciudad de Zaragoza».
Carmen Dueso abogó por la eliminación de los anuncios en la carrocería del tranvía, limitándolos a marquesinas y pantallas interiores, como en sus comienzos. Defendió la «accesibilidad, comodidad, identidad y respeto» del transporte público, destacando que en su origen el tranvía fue diseñado para ser «accesible», logrando tal objetivo con la asistencia de la ONCE para facilitar el desplazamiento de personas con visión reducida, situación que se ha visto comprometida con los recientes vinilos publicitarios «de dudoso gusto».
«El tranvía se hizo con mimo, se incorporó la marca de Zaragoza y se le dio una imagen para que fuese seña de identidad de la ciudad», lo que «hoy está diluído» y presenta «una imagen descuidada», todo resultado de «una decisión de –la alcaldesa– Natalia Chueca basado en criterios económicos» que «ni siquiera están bien calculados».
Por otro lado, Juan Pablo Artero del PP señaló que el 80 por ciento de la sociedad empresarial del tranvía es privado, y que «el déficit del servicio que no pagan los billetes lo tiene que pagar el Ayuntamiento y si se reducen los ingresos publicitarios lo tendrán que pagar los zaragozanos». Carmen Rouco de Vox sugirió «adecuar» la publicidad exterior para respetar la accesibilidad y la estética de la ciudad, mientras que Isabel Lasobras de CHA criticó que cubrir los tranvías con vinilos es una falta de respeto hacia quienes requieren un transporte seguro. Tomás Guitarte de Aragón-Teruel Existe y Andoni Corrales de Podemos expresaron preocupación por cómo la publicidad puede afectar la visibilidad y la seguridad, además de la mercantilización del transporte público, respectivamente.
