La facción de Vox en el parlamento aragonés ha urgido a «la validación de protocolos de detección y actuación frente al maltrato en los ancianos y la generalización de su uso en centros hospitalarios, atención primaria y adaptados también para el resto de los centros sanitarios y sociosanitarios de Aragón». Santiago Morón, viceportavoz de Vox en las Cortes de Aragón, ha indicado que presentará esta solicitud a través de una propuesta en la Comisión de Sanidad prevista para el miércoles.
La iniciativa incluye, además, la creación de un programa de formación dirigido a los profesionales sanitarios para mejorar la detección y el tratamiento del maltrato. «Debemos establecer todos los mecanismos para supervisar y garantizar la efectividad de estos protocolos», enfatizó Morón, subrayando el «compromiso máximo» de Vox con la tercera edad, quienes «tras toda una vida trabajando, merecen mantener un nivel de vida digno en todo momento».
Morón lamentó que el maltrato a los ancianos se está haciendo cada vez más visible y requiere de un enfoque especializado, y destacó la dificultad para medir este fenómeno debido a los vínculos familiares que a menudo existen entre la víctima y el agresor. Además, explicó que no solo se trata de abuso físico o psicológico, sino que también se incluyen formas como la explotación financiera, el maltrato farmacológico o la negación de cuidados necesarios, tanto voluntaria como involuntariamente.
«La denuncia del maltrato no siempre puede ser expresada, lo que nos obliga a buscar otros indicadores de sospecha a través de los cuales los profesionales pueden confirmar o descartar la existencia de maltratos», argumentó Morón. También mencionó la utilización de la escala EASI (Elder Abuse Suspiction Index), desarrollada y validada por investigadores de la Universidad McGill y el Hospital Central St. Mary’s de Montreal, para identificar posibles casos de abuso.
Conscientes del envejecimiento progresivo de la sociedad, donde «el 22,8% de la población supera los 65 años», Morón alertó sobre proyecciones que estiman que para 2030, esta cifra superará el 30%. «No podemos ignorar las acciones necesarias para la protección de nuestros mayores», concluyó, instando a todos los grupos parlamentarios a reconocer el valor de los ancianos y a aprobar los protocolos propuestos cuanto antes.










