El proceso de consulta pública para la creación del borrador de la nueva Ley de Ordenación del Turismo en Canarias ha finalizado con un total de 705 contribuciones, además de otras recibidas a través de diferentes registros de entidades públicas. Este proceso incluyó la formación de cinco mesas de trabajo organizadas por las dos universidades públicas del archipiélago, con la participación de todos los actores relevantes del sector y la región, cuyas aportaciones serán tomadas en cuenta para el nuevo borrador de la ley.
El Gobierno anticipa que el borrador estará preparado antes del cierre del año actual. Durante una sesión en el Parlamento autonómico, la consejera de Turismo y Empleo, Jessica de León, destacó que «el objetivo es que esta futura norma, que sustituirá a la Ley 7/1995 de Ordenación del Turismo y a la 2/2013 de Renovación y Modernización Turística, dote a Canarias de un marco normativo que esté a la altura de los retos actuales y futuros para que el archipiélago siga siendo un destino competitivo, sostenible y socialmente justo».
Jéssica de León mencionó que con la nueva ley, «se garantizará un marco jurídico sólido que proteja el derecho a la información veraz, procedimientos ágiles de reclamación y prestación de servicios con respeto absoluto al patrimonio natural y cultural de Canarias». Además, enfatizó que la nueva normativa debe abarcar todas las formas de alojamiento y los nuevos métodos de comercialización.
«Es imprescindible establecer mecanismos de registro y control que permitan garantizar la calidad del servicio, la protección de los usuarios y la sostenibilidad del alojamiento turístico, que es uno de los pilares de nuestro modelo», explicó la consejera.
Con más de seis décadas de desarrollo turístico, ciertas áreas y microdestinos han experimentado obsolescencia, afectando su competitividad. El Gobierno señala que el nuevo borrador incluirá medidas para la renovación y modernización de estos espacios. «Hablamos de infraestructuras, establecimientos alojativos y también de centros comerciales que, en muchos casos, deterioran la imagen del destino. Apostar por la arquitectura sostenible no solo reduce la huella de carbono, gracias a la eficiencia energética y al uso de materiales menos contaminantes, sino que permite revalorizar nuestros destinos maduros, convirtiéndolos en auténticos refugios climáticos», indicó.
Finalmente, la consejera reiteró en el Parlamento la importancia de adaptar la regulación del principio de unidad de explotación, alineando la normativa con las directrices europeas y estatales, pero desde una perspectiva autonómica. Esto facilitará el avance en la estrategia de descarbonización y mejorará la calidad del servicio y el compromiso con el destino Islas Canarias.