El vicepresidente del Gobierno de Canarias, Manuel Domínguez, ha reconocido el viernes que las tierras raras en Fuerteventura representan una ‘oportunidad’ para diversificar la economía de la región, pero afirmó que no se debe proceder ‘a cualquier precio’ y a costa de comprometer la ‘niña bonita’ del turismo.
En su intervención ante una comisión parlamentaria, a petición de Vox, Domínguez rechazó la idea de proceder con las extracciones, manteniéndose en ‘sintonía’ con las opiniones del Parlamento, las autoridades de Fuerteventura y la población local.
‘Cuando se gobierna lo importante es escuchar, no oír’, declaró, subrayando que el Gobierno canario se mantiene alerta y consciente de que ‘se le ha mentido a la ciudadanía’ con ‘imágenes falsas’ y ‘estrategias electoralistas’ que distorsionan la realidad.
Resaltó el ‘paralelismo’ con la geotermia, señalando que en algunas zonas de Canarias se realizarán sondeos al cumplirse las condiciones necesarias, aunque en Fuerteventura, esto podría afectar áreas protegidas.
Domínguez lamentó el ‘lío’ causado en la isla, que desprende un ‘tufo electoralista’, pero reafirmó que la postura del Ejecutivo está ‘muy clara’: ‘No hemos dejado de contar la verdad en ningún momento’. Además, expresó su apoyo a modificar la ley estatal de minas para adaptarla a la ‘realidad’ canaria y mencionó que se está trabajando para adquirir los derechos concedidos a la empresa –Satocan–.
‘El Parlamento y el Gobierno dice que no, y la ciudadanía que no, no va a haber extracciones, lo tenemos sumamente claro’, enfatizó, destacando que se ha causado una alarma innecesaria entre la población.
Nicasio Galván, portavoz de Vox, argumentó que para la UE las tierras raras son un ‘tema prioritario’ debido a la ‘alta demanda’ futura en sectores como la tecnología y las energías renovables, el armamento y la actividad espacial, y criticó que ‘Europa no quiere depender de los vaivenes de una dictadura comunista’.
VOX VE ‘SECTARISMO E IGNORANCIA’
Galván también acusó de ‘sectarismo e ignorancia’ a los diputados que se oponen a la exploración de las tierras raras, que pueden alcanzar precios de ‘40.000 euros el kilo’ en el mercado.
Melodie Mendoza (ASG) expresó su apoyo a la ‘transparencia y participación’ en proyectos de este tipo, aunque consideró que la extracción no es ni deseable ni prioritaria. Luis Campos (NC-BC) criticó la visión ‘economicista’ de Vox y defendió un modelo de desarrollo que preserve los espacios naturales de Fuerteventura.
Fernando Enseñat (PP) acusó a Galván de ‘confundir a los canarios con verdades a medias’, mientras que Natalia Évora (CC) rechazó la idea de que la lucha contra las tierras raras sea ‘electoralista’, argumentando que cualquier progreso debe proteger el entorno natural y la identidad del pueblo.
Manuel Hernández (PSOE) advirtió sobre la falta de información clara respecto a este tema y urgió al vicepresidente a paralizar cualquier trámite relacionado con la investigación y explotación de las tierras raras, proponiendo un decreto ley que regule adecuadamente estos procesos.