Este martes, la institución legislativa canaria ha emitido una declaración oficial, rechazada únicamente por Vox, en la que se pronuncia a favor de la formación de dos naciones separadas, Palestina e Israel, como vía de resolución al conflicto y demanda una pausa en los combates.
El documento, presentado por la vicepresidenta Ana Oramas, denuncia los ataques de Hamás contra civiles israelíes como “crímenes de guerra totalmente injustificables” y, a la vez, condena la “campaña de destrucción masiva y desproporcionada” llevada a cabo por el gobierno israelí tras casi dos años de conflicto.
Además, se reporta que el conflicto en Gaza ha dejado un saldo de más de 65.000 muertos, entre los que se incluyen más de 19.000 niños, y cuenta con más de 165.700 heridos y casi dos millones de desplazados que carecen de acceso a necesidades básicas como alimentos, agua potable, servicios médicos o un refugio seguro.
El informe también destaca una ‘hambruna oficial’ en la región, y menciona que 21.000 niños han sufrido discapacidades desde el inicio del conflicto, que ha visto ataques a hospitales, escuelas, universidades, instalaciones de la ONU y lugares de culto, además de la pérdida de vidas de más de 240 periodistas y más de 500 trabajadores humanitarios.
El Parlamento canario subraya su firme rechazo a la violencia ejercida de forma sistemática contra los palestinos y la destrucción intencionada de su infraestructura civil y humanitaria, mostrando su solidaridad con todas las víctimas civiles. Asimismo, insta a intensificar las acciones diplomáticas y humanitarias para asegurar un alto el fuego inmediato y permanente, la protección efectiva de la población civil y el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria, además de medidas de protección para las familias palestinas especialmente vulnerables.
Finalmente, reafirma su compromiso con la legalidad internacional, la defensa de los derechos humanos y la paz, y su apoyo constante al pueblo palestino, en particular a aquellos directamente afectados por la violencia, el desplazamiento forzoso o la destrucción de sus hogares e infraestructuras.










