El consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades de Cantabria, Sergio Silva, ha negado que haya supeditado la bajada de la ratio en las aulas a la negociación salarial y la adecuación que reclaman los profesores, «jamás», aunque sí ha admitido que existe «un vaso comunicante», que es el presupuesto, pues la reducción de alumnos por clase conlleva un gasto aproximado de un millón y medio de euros.
En cualquier caso, tras insistir en que «en ningún momento» ha condicionado este medida a la subida en las nóminas que exige la Junta de Personal Docente -de 325 euros, frente a los 150 de la última oferta de la Administración-, Silva ha asegurado que en su departamento continúan trabajando para intentar llegar a un pacto con los sindicatos: «No renunciamos a llegar a un acuerdo».
Y el Gobierno también trabaja en el escenario contrario, es decir, en el de que no haya consenso, para adoptar las medidas que sean necesarias para «salvaguardar la estabilidad» educativa en el fin de este curso escolar o en el arranque del próximo. Al rechazar la última oferta del Ejecutivo, la JPD reclamó una para «avanzar y acercar posturas» y evitar que el conflicto «se enquiste y agrave», lo que les obligaría a «escalar las protestas y movilizaciones», según avisaron.
«Estoy seguro de que si hay buena fe y si hay interés por la educación más que por otros planteamientos (…) tenemos que llegar a un acuerdo, con esta o alguna propuesta similar», ha expresado el consejero refiriéndose a la última oferta de Educación a los representantes de los docentes, y que a sus ojos es «buena» y «sensata». Cree que supone «una magnífica oportunidad» para mejorar las condiciones de estos profesionales, «unida» a la bajada de la ratio, como la anunciada a partir del próximo curso en tercero de Primaria, donde pasará de 25 a 20 alumnos por clase.
Silva se ha pronunciado en estos términos esta tarde en el Pleno del Parlamento, en respuesta a dos interpelaciones de PRC y PSOE. La primera ha sido formulada por el portavoz de los regionalistas, Pedro Hernando, que se ha interesado por los criterios para vincular la bajada de ratios escolares a la negociación salarial del profesorado, aunque ha acusado al consejero de no estar «negociando». Un extremo que ha negado el titular de Educación, que ha tildado de «mentira» la vinculación de ambas iniciativas, aunque ha vuelto a reconocer, eso sí, que la rebaja de los alumnos por clase tiene un «impacto presupuestario».
Y la segunda interpelación, acerca de la forma en la que se va a llevar a cabo esa rebaja en tercer curso de Primaria a partir de septiembre, ha sido defendida por el diputado Jorge Gutiérrez, quien cree que el consejero debería «avergonzarse» de lo que ha calificado como un «chantaje intolerable», y que ha negado Silva al insistir en que una iniciativa no condiciona la otra.
«La educación es mucho más que un sueldo, es ante todo una vocación», ha considerado el responsable de esta Consejería, que ha repasado las mejoras retributivas ofrecidas a los docentes así como las bajadas de ratio que se han ido implantando en diferentes cursos y etapas educativas, y ha subrayado en este último sentido que el Ejecutivo del PP ha hecho «el doble» que el bipartito PRC-PSOE y en «la mitad» de tiempo además, hasta tener «una de las mejores» tasas del país y en la comparativa con otras comunidades autónomas.
A ello ha sumado que regionalistas y socialistas «en ocho años» de mandato «no tocaron» el tema de la adecuación salarial, que se ha puesto sobre la mesa esta legislatura, o que el presupuesto actual de la Consejería sea «el más alto» de la historia, con 751 millones de euros, que según ha contrastado son 30 más que con la coalición de gobierno anterior PRC-PSOE y casi 70 si se descuentan los fondos europeos o los destinados a la Universidad.