Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, ha solicitado no perseguir beneficios políticos ni hacer «política con los incendios» sino «políticas para afrontar los incendios». Durante su intervención inicial en las Cortes para detallar las acciones de la Junta frente a los siniestros del verano, destacó que no es suficiente mostrar «duelo» o «enunciar condolencias», sino que el verdadero tributo a los afectados es llevar el debate a un nivel que respete la dignidad de los ciudadanos de Castilla y León, evitando el «ruido, el simplismo y el cálculo electoral».
El mandatario ha recalcado que no es el momento «de intentar obtener réditos partidistas ni de hacer política con los incendios, sino de hacer políticas para afrontar los incendios». Aunque deseaba realizar un análisis completo del impacto de los incendios, reconoció que aún hay focos activos. Recordó que estos desastres han causado muertes, devastado tierras y poblaciones, convertido casas en cenizas y robado la esperanza a numerosas familias.
Después de señalar que los devastadores incendios también se han registrado en otras partes de España y del mundo, ya que «el fuego no entiende de fronteras territoriales ni de colores políticos», expresó su esperanza de que los legisladores actúen con la seriedad que la situación amerita.
«Yo, lo voy a hacer», aseguró Fernández Mañueco, esperando lo mismo de los otros representantes, como lo demandan los ciudadanos. Subrayó que los incendios no solo han destruido la naturaleza y propiedades, sino que también han cobrado vidas humanas. Aunque no hay palabras que alivien el dolor por la pérdida de seres queridos, ofreció su apoyo a los familiares y amigos de las víctimas con su «cariño» y «gratitud infinita».
Finalmente, agradeció la paciencia y colaboración de quienes tuvieron que ser confinados o evacuados, enfatizando siempre la seguridad como prioridad. «Vamos a ayudarles a recuperar lo que les arrebataron las llamas», concluyó, agradeciendo profundamente a todos los que han luchado contra el fuego, especialmente a los bomberos forestales.