El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, ha reiterado que “es imposible esconder un positivo” de peste porcina africana (PPA), frente a las voces que cuestionan el número de casos confirmados hasta ahora, que se mantiene en 13.
Lo ha manifestado este miércoles durante su intervención junto a la consellera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, ante las comisiones de Interior y Seguridad Pública y de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación en el Parlament.
Ordeig ha aludido a quienes sostienen que debería haber más positivos o que la mortalidad registrada en otros países ha sido mayor, y ha remarcado que toda la cadena de notificación y verificación pasa por la Comisión Europea y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
“Toda esta información también es la que recogen los países del mundo para ver cómo está la situación”, ha señalado, insistiendo en la necesidad de actuar con transparencia y evitar mensajes contradictorios que puedan generar desconfianza.
Además, ha precisado que, una vez dejen de detectarse positivos, las restricciones a las exportaciones se mantendrán durante un periodo de dos meses y, transcurrido ese plazo, se podrán levantar.
En relación con el origen del brote, ha reclamado prudencia para no poner en peligro al sector ganadero catalán ni a las instituciones de investigación del territorio.
Dispositivo de Interior
Parlon ha explicado que, desde el inicio del brote, han participado en el operativo 2.620 efectivos, con una media diaria de 290 personas movilizadas y un máximo de 460 en los momentos de mayor intensidad.
Ha detallado que actualmente se está trabajando en la instalación de puntos de control de fauna para minimizar el riesgo de que los animales salgan del perímetro afectado por el foco.
La consellera ha recalcado que “toda la operativa” se ha diseñado para cumplir las directrices de contención de la expansión de la enfermedad y para aclarar las indicaciones dirigidas a la ciudadanía.
Críticas y posiciones de los grupos
La diputada de Junts, Jeannine Abella, ha acusado al Govern de vivir “en un búnquer mediático donde lanzan mensajes que poco se adecuan a la realidad” de la gestión de la crisis, y ha subrayado la escasa coordinación que, a su juicio, mantiene con el Gobierno central.
En nombre de ERC, Montse Bergés ha reprochado a Parlón que no informara a los portavoces de la Comisión de Interior sobre la evolución de la crisis ni sobre el despliegue de la UME, que, según ha afirmado, ha acabado asumiendo funciones propias de los Agents Rurals.
Eva García, del PP, ha censurado “la frivolidad” de Ordeig al hacer pública la hipótesis de que el origen del brote estaría relacionado con un bocadillo, mientras que su compañero Alberto Villagrasa ha reclamado que se asuman responsabilidades políticas en el caso de que el virus hubiera salido de un laboratorio.
La diputada de Vox, María Elisa García, ha denunciado la falta de transparencia tanto del Gobierno como de la Generalitat, y su compañero Rafael Villafranca ha calificado de “absoluto despropósito” la gestión de la crisis sanitaria.
Núria Lozano, de Comuns, ha exigido “transparencia y responsabilidad” al Govern, poniendo el foco especialmente en la protección de los trabajadores del sector porcino.
Por parte de la CUP, Dani Cornellà ha lamentado que todo un sector se tambalee por una enfermedad que afecta a un solo animal, debido al peso que tiene el porcino en el conjunto del sector agroalimentario catalán.
El diputado del PSC, Manel Ezquerra, ha advertido de que “convertir la incertidumbre del sector en una herramienta de confrontación no aporta nada”.











