El Parlament ha dado su visto bueno, este miércoles, a la creación de una comisión especializada en el estudio del fascismo, el racismo y los discursos de odio. Esta iniciativa ha sido impulsada por una propuesta conjunta de los grupos PSC-Units, Junts, ERC, Comuns y CUP, quienes han apoyado la medida. Por otro lado, los partidos PP, Vox y Aliança Catalana han expresado su oposición votando en contra.
La finalidad de esta comisión es llevar a cabo las tareas parlamentarias necesarias para “impulsar un pacto nacional contra el fascismo, el racismo y los discursos de odio y establecer los mecanismos y las herramientas para combatirlos de manera eficaz”.
Según lo establecido en la propuesta, la comisión tendrá un año, con posibilidad de prórroga, para realizar sus investigaciones y presentar sus conclusiones. Además, se integrarán estudios previos realizados por la Comisión de Estudio sobre el Racismo Institucional y Estructural de la legislatura pasada.
Se prevé que cada grupo parlamentario cuente con un representante en la comisión, o dos en caso de que los grupos posean miembros en la Mesa.
Esta decisión llega tras la aprobación de dos resoluciones durante el último Debate de Política General, que solicitaban la creación de una comisión en estas áreas específicas.