Cabeza dice que las ayudas a Sunsundegui de 2023 y 2024, financieramente, «no respondían a criterios de buena gestión»

El presidente de la Cámara de Comptos, Ignacio Cabeza, ha señalado este martes que, entre 2009 y 2024, Sodena realizó «un esfuerzo significativo» de apoyo financiero a la empresa Sunsundegui, «autorizado por el Parlamento en sus dos últimas concesiones -en 2023 y 2024- considerando fundamentalmente razones socioeconómicas». No obstante, ha añadido que desde un punto de vista estrictamente financiero, las ayudas en esos dos últimos ejercicios «no respondían a criterios de buena gestión de fondos públicos dado su elevado riesgo financiero tal y como mostraba la evolución de la compañía».

Además, el presidente de Comptos ha querido llamar la atención sobre «el apoyo continuado en el tiempo de empresas de esta naturaleza y tampoco que no se haya exigido compromiso financiero a los accionistas a la espera, lógicamente que por desgracia no pudo llegar, de un socio industrial interesado en el negocio». Ha recordado que «en abril de 2025 ante la ausencia de un inversor se solicita el despido colectivo del personal dada la situación».

En comparecencia parlamentaria a petición del PPN para presentar el informe de fiscalización de Comptos relativo a las aportaciones de Sodena a Sunsundegui, Ignacio Cabeza ha explicado que en el trabajo «no se ha analizado la gestión de la empresa Sunsudegui sino que se ha centrado en las aportaciones que ha recibido esta empresa, en nuestro caso de Sodena». Y ha detallado el informe sobre las aportaciones financieras de Sodena a la empresa en el periodo 2009-2024, que suman 49 millones, de los que 35 corresponden a 2013. Las dos últimas aportaciones las realizó en 2023 y 2024, por un total de 9 millones.

Según ha dicho, «estas aportaciones de Sodena a Sunsudegui están basadas en informes técnicos o en su caso en planes estratégicos o de viabilidad». «Las aportaciones siempre han sido aprobadas por el Consejo de Administración, si evidentemente exceptuamos la de 2023, 3 millones, y 2024, 6 millones que fueron autorizadas por el Parlamento de Navarra», ha dicho.

Cabeza ha comentado que «las cifras previstas en los planes estratégicos y los estudios, que en general soportaron las decisiones, difirieron significativamente de las cifras reales, especialmente en los periodos 2009 a 2013 y 2023 a 2024». «La evolución de determinados indicadores financieros muestran que Sunsundegui no generaba flujo de caja suficiente para hacer frente a sus necesidades de pago a corto plazo, no era capaz de garantizar y cumplir con sus obligaciones a largo plazo, sus niveles de tesorería circulante no eran suficientes y presentaba una alta probabilidad de quiebra», ha comentado.

La Cámara de Comptos ha indicado que, para futuras actuaciones, «debe exigirse un compromiso financiero a los accionistas de las empresas que reciben ayudas públicas» y se debe «analizar la conveniencia de limitar en el tiempo las ayudas concedidas a las empresas en crisis en función de su evolución». Además, para Comptos, es preciso «comunicar a la Comisión Europea aquellas ayudas que se pretendan conceder cuando existan dudas razonables a su posible consideración como ayudas de Estado».

La parlamentaria del PPN Maribel García Malo ha indicado que «una inversión pública puede no alcanzar los resultados esperados, lo entendemos, pero lo que nos resulta inaceptable es que se solicite el respaldo de este Parlamento para apoyar con 9 millones de euros de dinero público un proyecto que se nos presenta como una oportunidad histórica y que apenas unos meses después termina con la empresa en disolución». «Es evidente que algo no se ha hecho bien y aquí nadie hace autocrítica», ha censurado, para criticar que «lo más grave es que durante el proceso se nos haya ocultado información y se nos haya negado el acceso a documentos clave. Ha habido una opacidad terrible», ha comentado.

Desde UPN, Javier Esparza ha afirmado que «transparencia y Gobierno de Navarra nunca van de la mano». «Navarra empieza a estar llena, repleta, de presuntos y presuntas por todos lados, también presuntos contratos como el que estamos hablando en este momento», ha dicho, para señalar que «me genera una duda importante, en mayo del año 2024 se piden 6 millones de euros al Parlamento y en noviembre de 2024 hay un concurso de acreedores». «No tiene un pase, las circunstancias y las cosas no pasan tan rápido y se tenía que haber sido mucho más diligente para evitar seguramente esa situación», ha indicado, para considerar que «un Gobierno no puede cometer errores de este tipo».

El socialista Javier Lecumberri ha defendido que, en este caso, hay «algo más que una apuesta arriesgada por parte de un Gobierno por cuestiones socioeconómicas, algo más que eso hay; hay una cierta solvencia en que esta operación tenía visos de salir adelante». «El final es el que todos sabemos desgraciadamente», ha dicho, para continuar que «hemos apostado, creemos que había razones para hacerlo, sabíamos que había riesgos desde el primer momento y sin embargo nos pareció que era un riesgo que merecía la pena asumir porque creíamos que iba a tener una solución final positiva».

La portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, ha expuesto que Sunsundegui es «una empresa que lleva en crisis toda la vida». «Este Gobierno de Navarra ha hecho esfuerzos por buscar un inversor, pero en una empresa que tiene una deuda de 50 millones, es muy complicado», ha afirmado, para agregar que «todos los gobiernos de todos los colores han apoyado a Sunsundegi, pero no porque estuviera exento de riesgo el hacerlo, sino porque se ha apostado por unas opciones y unos factores socioeconómicos, empezando por el mantenimiento del empleo de cientos de trabajadores».

Por su parte, el parlamentario de Geroa Bai Mikel Asiáin ha indicado que «no solamente es Sodena, no solamente es el departamento de Industria, no solamente es el Gobierno el que apoya esas iniciativas» en la empresa, sino que «detrás hay un apoyo importante financiero e importante también por parte de la firma que iba a adquirir los autobuses que se iban a fabricar en la nave».

Por su parte, Miguel Garrido, de Contigo-Zurekin, ha indicado que «lo que se ha hecho mal es no intervenir antes» en «una empresa que sabíamos que estaba mal gestionada, que los trabajadores decían abiertamente que estaba mal gestionada». «La situación no da lugar a demasiada interpretación», ha dicho, para manifestar que «se intervino tarde, mejoró tarde y no le dio tiempo a llegar» a la producción necesaria.

Finalmente, Emilio Jiménez, del Grupo Mixto (Vox), ha expuesto que «entre todos la mataron, ella sola se murió». «Y cuando digo todos, son desde UPN hasta el partido gobernante actualmente; crearon expectativas, perseveraron en el error y el desenlace anunciado lo tenemos ya ahora», ha dicho, para opinar que «parece que con esta empresa se ha jugado a Bolsa».

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