La mandataria navarra, María Chivite, ha informado este jueves sobre la próxima licitación del PSIS en Sarriguren, que contempla la edificación de aproximadamente 5.000 hogares durante julio. Ha reiterado su deseo de realizar este proyecto «de la mano» con el Ayuntamiento del Valle de Egüés.
Chivite ha respondido a una consulta del PSN en una sesión del Parlamento foral, subrayando que «la vivienda asequible es una cuestión prioritaria para el Gobierno de Navarra porque es la principal preocupación de la ciudadanía», y señaló medidas recientes como la Ley de Vivienda o la catalogación de zonas de mercado tensionado.
Ha indicado que una de las acciones es «poner a disposición suelo», como se prevé con el PSIS de Sarriguren. Expresó su intención de colaborar estrechamente con el Ayuntamiento del Valle de Egüés para «lograr un desarrollo urbanístico que sea uno, consensuado, equilibrado y que responda de manera integral a las necesidades de la ciudadanía que vive ahora y la que vaya a vivir posteriormente». Ha mencionado la propuesta de un protocolo de participación al municipio.
Aunque no se han proporcionado cifras definitivas, el PSIS podría generar unas 5.000 viviendas, la «gran mayoría» protegidas. «Una actuación que, en todo caso, permitirá disponer de suelo para construir, hacerlo en función de la demanda y hacerlo también por fases», ha detallado, incluyendo infraestructuras como viales, edificios colectivos, zonas verdes, equipamientos públicos y «soluciones de movilidad».
Chivite ha resaltado que ya se han iniciado los trámites necesarios con «los estudios esenciales» para el PSIS. «Se ha presentado el protocolo interadministrativo de participación, se está actualizando el modelo de tráfico de la Comarca de Pamplona, se ha realizado el informe sobre el sistema de expropiación, está preparado el pliego para la licitación del PSIS y se ha diseñado el plan de participación», ha explicado.
Ainhoa Unzu, portavoz del PSN, ha valorado el PSIS de Sarriguren como «una muestra de que cuando hay voluntad política es posible construir una Navarra» donde la vivienda «deja de ser una promesa para ser una realidad». Ha destacado «el valor añadido» de este proyecto, que incluye un fuerte enfoque en la movilidad sostenible y amplias reservas para equipamientos educativos, sanitarios y culturales.
Unzu ha enfatizado que este plan «es el reflejo de una política de vivienda que pone a la mayoría social en el centro, que no se somete a las reglas del mercado, sino que está interviniendo para corregir sus fallos». Contrapuso esto con «modelos del pasado donde se estaba cediendo suelo público a operadores privados, sin retorno social, llevando a miles de familias fuera del mercado». Ha concluido señalando que esas políticas «nos han llevado hasta donde hoy estamos: precios desorbitados, dificultad para emanciparse y un alquiler inasumible».









