Durante una sesión en el Parlamento de Navarra, María Chivite se ha proclamado como una líder «honesta» y ha reiterado que no existe ninguna ilegalidad vinculada a su gestión, asegurando la continuidad de su gobierno.
«Soy una presidenta honesta y sobre mí no pesa ninguna ilegalidad, ni la pesa, ni la va a pesar, porque no la he cometido», expresó Chivite al responder a una interpelación del PPN en el pleno.
La presidenta ha subrayado que su administración ha iniciado «tres auditorias que se suman a los controles internos del Gobierno de Navarra» para revisar meticulosamente los contratos mencionados en un reporte de la UCO de la Guardia Civil.
Chivite también mencionó que intentaron participar como acusación en el Tribunal Supremo, lo cual fue rechazado al no encontrarse evidencias de perjuicios contra la Hacienda pública.
«Vamos a continuar trabajando porque tenemos un compromiso con los ciudadanos y vamos a honrarlo», afirmó la jefa del Ejecutivo, quien cuestionó los informes policiales sobre corrupción en Navarra, afirmando que «Ninguno. No habla de ilegalidades cometidas en la Administración foral».
Por otro lado, Javier García, portavoz del PPN, ha exigido la renuncia de Chivite y la convocatoria a elecciones, describiendo la situación como de «terror» tras el informe de la UCO y acusando a Chivite de poner en riesgo el prestigio de la comunidad por «la posible gestión irregular y los escándalos que le rodean».
«No paran de salir noticias comprometedoras. Navarra está en el ojo del huracán, está en el epicentro de la corrupción del Partido Socialista. No arrastre el buen nombre de la Comunidad por la posible gestión irregular y los escándalos que le rodean, señora Chivite. Su entorno está hundido, pero usted no debe mirar para otro lado. Váyase, señora Chivite», insistió García.















