El Parlamento de Navarra ha ratificado la promulgación de la ley foral que establece un impuesto sobre los márgenes de intereses y comisiones de ciertas entidades financieras, vigente para los ejercicios fiscales de 2025 y 2026. Esta medida se alinea con una ley similar aprobada a nivel nacional y se espera que aporte unos 20 millones de euros a las arcas navarras.
La aprobación contó con el apoyo de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, mientras que UPN, PPN y Vox votaron en contra. El impuesto aplicará a entidades de crédito y sucursales extranjeras que operen en Navarra, y no será deducible en otros tributos como el Impuesto sobre Sociedades.
“La importancia de este proyecto es fundamental para reforzar nuestra autonomía fiscal y enfrentar los desafíos de gasto”, señaló José Luis Arasti, consejero de Economía y Hacienda. Por otro lado, Juan Luis Sánchez de Muniáin de UPN expresó dudas sobre la efectividad del impuesto, sugiriendo que la banca podría trasladar estos costos a los consumidores.
Desde el PSN, Ainhoa Unzu apoyó la ley destacando su relevancia política y la defensa de los beneficios empresariales de la banca. Laura Aznal de EH Bildu y Mikel Asiain de Geroa Bai también respaldaron la medida, destacando la autonomía fiscal que proporcionará a Navarra.
Irene Royo del PPN criticó la ley argumentando que aumentaría la presión fiscal y dificultaría el acceso al crédito, mientras que Miguel Garrido de Contigo-Zurekin enfatizó la importancia de la equidad fiscal. Emilio Jiménez de Vox criticó la proliferación de impuestos, describiéndolos como un exceso para ciudadanos y administraciones.
