Representantes de la Plataforma Navarros Todos y la Historia Completa, en defensa del Monumento a los Caídos en Pamplona, han expresado en el Parlamento de Navarra que la iniciativa de transformar dicho lugar en un espacio de memoria y oposición al fascismo es «sectaria» y carece de elementos de «reconciliación».
Manuel Sierra, vocero de la agrupación, indicó durante una sesión convocada por Vox, que la legislación impulsada por PSN, EH Bildu y Geroa Bai en el legislativo regional para la resignificación del monumento, «incide en viejas heridas y que llega a afirmar que el monumento erigido hace casi un siglo refleja hoy la propaganda totalitaria de exaltación del alzamiento fascista y el régimen franquista».
Sierra cuestionó a los partidos políticos sobre su percepción del monumento, señalando que «Desde luego, la percepción es subjetiva, es de cada uno, y el pensamiento es libre. Lo malo es cuando determinado pensamiento se quiere imponer por ley. La ley ordena y manda que el monumento que se erigió como lugar de oración y recuerdo a los muertos se convierta en un centro de propaganda precisamente contra ellos, y se ponga en servicio de los que tienen como objetivo político liquidar la Constitución Española y su espíritu de concordia como paso previo para la liquidación del Estado, tal como abiertamente nos manifiestan».
Según Sierra, la ley podría ser efímera, dado que «las leyes que se imponen en contra de la opinión y los sentimientos de una buena parte de la población a la que ni siquiera se ha consultado, quizás no tengan mucho recorrido, porque no dan soluciones definitivas, solo satisfacen una parte, y es posible que su duración sea lo que tarde en llegar un cambio de gobierno».
Después de las intervenciones de los grupos, la sesión fue marcada por la salida de EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, tras un altercado entre el representante de Vox, Emilio Jiménez, y Carlos Guzmán de Contigo-Zurekin, quien tildó a Jiménez de «elemento» y pidió intervención por parte de la presidenta de la comisión para mantener el decoro parlamentario. Jiménez reiteró sus comentarios sobre el Partido Comunista, lo que provocó que Guzmán y los otros partidos abandonaran la sesión. El PSN calificó las declaraciones de Vox de «vergüenza», aunque decidió permanecer en la comisión.
Antes del enfrentamiento, Jiménez había defendido la comparecencia de la plataforma en el Parlamento, argumentando que «si destruimos nuestros monumentos, nuestros bienes culturales, materiales e inmateriales, nos convertiremos en una sociedad sin alma, sin todo el caudal hereditario para las siguientes generaciones» y que no se debe «borrar nuestra historia por motivos ideológicos y revanchistas».