En una reciente sesión del Congreso, la modificación de la ley del Convenio Económico de Navarra ha sido respaldada, enfrentándose al rechazo de Vox y la abstención de Compromís. Esta reforma, pactada entre el gobierno autonómico y el estatal, permite que Navarra asuma la regulación, gestión, inspección y recaudación de dos nuevos impuestos.
Esta sesión marca la primera abstención de Compromís después de que Més, el principal componente de la coalición valencianista, decidiera que su representante, Àgueda Micó, se integrara en el grupo Mixto, dejando a su colega Alberto Ibáñez en el grupo plurinacional de Sumar, según las directrices de su partido, Iniciativa.
«No tiene ningún sentido» que el PSOE se enfoque en estas medidas sin reformar el modelo de financiación autonómica, explicó Àgueda Micó, justificando la decisión de abstención de Compromís durante el debate, en el que optaron por no intervenir.
La reforma ha sido aprobada por la mayoría de la Cámara Baja y ahora se dirige al Senado para completar su proceso legislativo. Esta modificación fue tramitada de manera exprés mediante lectura única, evitando el paso por ponencia y comisión, y enfrentándose únicamente a la oposición de Vox, cuya enmienda a la totalidad fue rechazada.
En defensa de la modificación, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, destacó el «pleno encaje constitucional» del Convenio Económico de Navarra. Por otro lado, representantes de PNV, EH Bildu, Sumar y PSOE desestimaron las críticas de Vox, que ve en la reforma una fuente de «desigualdad». Sergio Sayas del PP y Alberto Catalán de UPN también participaron con posiciones críticas y de apoyo respectivamente.
Esta es la octava modificación desde 1990, afectando a normas tributarias y financieras, incluyendo nuevos impuestos y ajustes fiscales relevantes para Navarra.