Ignacio Valero Garcés, jefe de área del Servicio del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha expresado su preocupación por la falta de preparación ante la dana del 29 de octubre de 2024 que impactó a la Comunitat Valenciana. Durante su intervención en la Comisión de Investigación del Senado, Valero Garcés señaló que la clave reside en la anticipación y planificación frente a las predicciones meteorológicas existentes.
“La clave está en la planificación con la predicción. Evidentemente, cuando tienes ya todos esos avisos, empezar a improvisar a las 5 de la tarde es complicado”, indicó Valero Garcés, subrayando las dificultades de gestionar emergencias sin una estrategia previa. En la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), la participación de la CHJ fue limitada. “Cuando se nos convoca empiezan a hacer recesos porque quieren tomar decisiones y ellos son los que llevan la palabra”, explicó.
El jefe del SAIH relató cómo se gestionaron los tiempos durante la crisis: “Se hace un primer receso yo creo que de unos 15 o 20 minutos y luego cuando ya dicen que van a mandar el mensaje antes de las 18, pues dicen, bueno, pues un segundo receso y es de 18 a 19. Y luego ya se vuelven a conectar a las 19 y vuelven a hablar de los mensajes. Ahí la gente se lleva las manos a la cabeza porque no se hubiera avisado todavía a la población”. Valero Garcés lamentó la falta de comunicación efectiva a tiempo.
Además, destacó la importancia de un Sistema de Alerta Temprana eficaz basado en predicciones y no solo en sensores o modelos. Ante una preemergencia, recomendó activar el plan de inundaciones de la Generalitat Valenciana, y después, con la alerta hidrológica, intensificar la intervención en el territorio. “Hay que proteger a las personas y a los bienes”, afirmó, haciendo hincapié en la necesidad de conocer bien el terreno propenso a lluvias torrenciales durante el otoño.
Valero Garcés concluyó que el SAIH cumplió adecuadamente su función durante la dana, manteniendo operativos todos los medidores esenciales y asegurando la disponibilidad de datos en línea para la gestión de la emergencia.