Julio Gómez-Perretta, destacado arquitecto urbanista e hijo del creador del Plan Sur de València, ha alertado sobre las consecuencias de no ejecutar las obras hidráulicas pendientes en Valencia. Según él, esto nos haría estar ‘condenados a repetir la dana’ que sucedió el pasado 29 de octubre ‘de forma periódica’. ‘Todas las obras hubieran sido fundamentales para que la catástrofe fuera absolutamente distinta’, afirmó durante su participación en la comisión de investigación de la dana en Les Corts.
Durante su testimonio, Gómez-Perretta enfatizó su profesionalismo y experiencia de más de cuatro décadas como urbanista y arquitecto, aclarando: ‘No tengo ningún sesgo político, absolutamente ninguno’. Rechazó las críticas ‘ad hominem’ del PSPV, que le acusaron de tener un ‘sesgo político’ y de proteger el trabajo de Carlos Mazón, ‘president’ de la Generalitat.
El arquitecto criticó al Ministerio de Transición Ecológica por no haber ejecutado los proyectos hidráulicos previstos y presupuestados desde 2016, incluyendo acciones de ‘ingeniería blanda’ y la limpieza de barrancos, que son ‘absolutamente necesarios’. También mencionó la importancia de diferenciar entre ‘sostenibilidad y respeto a la naturaleza’ y las necesidades de intervención en momentos críticos.
‘TODO ESTO DEPENDE DEL MINISTERIO’, subrayó, señalando la falta del pantano de Vilamarxant para completar el Plan Sur. Propuso la construcción de presas de cabecera y azudes intermedios para mejorar la gestión del agua y prevenir futuras catástrofes. Además, sugirió un nuevo Plan Sur que dirija los barrancos hacia l’Albufera.
La sesión también estuvo marcada por un intercambio tenso con el PSPV, donde José Muñoz cuestionó la posición de Gómez-Perretta como experto debido a un artículo crítico que publicó. Por otro lado, José María Llanos de Vox defendió a Gómez-Perretta y criticó a los socialistas por su gestión de las infraestructuras.
En su segunda intervención, Gómez-Perretta lamentó las críticas ‘ad hominem’ y subrayó la necesidad de un equilibrio entre sostenibilidad y desarrollo, apuntando a la falta de financiación como un gran obstáculo para las obras esenciales.