Juan Bordera, diputado de Compromís en Les Corts y recién llegado de Israel, compartió su experiencia traumática al ser parte de la Global Sumud Flotilla. Tras su detención en Israel, narró la “violencia física y psicológica” vivida, calificando los días en prisión como una “pesadilla”. “Es muy difícil describir con palabras lo que se ha vivido allí”, declaró, refiriendo el miedo constante a perder la vida bajo la amenaza de armas apuntadas directamente a ellos.
En una rueda de prensa en València, Bordera expresó tener “sensaciones muy contradictorias” tras su regreso, alegría por estar en casa mezclada con preocupación por aquellos aún retenidos. Describió un trato deshumano, incluyendo golpes, violencia, y condiciones de vida precarias como agua no potable y alimentos en mal estado. “A mí, por ejemplo, me han dado un golpe en la costilla”, compartió, señalando también la violencia sufrida por sus compañeros.
Además, denunció la manipulación y el trato vejatorio por parte de las autoridades israelíes, incluyendo tácticas de tortura psicológica como interrupciones constantes del sueño y la negación de atención médica básica. Criticó también la respuesta consular, calificándola de “absolutamente insuficiente” y destacó la falta de apoyo internacional ante esta crisis.
Bordera no solo compartió su disposición a volver a participar en acciones similares, sino que también enfatizó la necesidad de afrontar legal y civilmente la situación. “Si permitimos que Israel tenga la impunidad de hacer lo que le dé la gana, otro país va a poder decir yo también puedo”, advirtió, subrayando la importancia de la presión internacional y la coordinación para responder a lo que describió como un genocidio en curso.