La vicepresidenta de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, ha enfatizado la necesidad de incrementar la preparación frente a posibles danas futuras, tras recordar la catástrofe de octubre de 2024 que se cobró la vida de 229 personas, describiéndola como un “episodio extremo” que “puede volver a ocurrir”. Ribera destacó que la Unión Europea actúa como el principal “paraguas” en la gestión de estas crisis.
En el evento ‘Lo que aprendimos de la dana’ organizado por los socialistas en el Parlamento Europeo, con la participación de alcaldes de municipios afectados y asociaciones de víctimas, Ribera mencionó que la lluvia caída fue cuatro veces superior a la desembocadura del Ebro, subrayando la importancia de extraer lecciones para mejorar la respuesta a futuras crisis.
Ribera insistió en la necesidad de una reacción “inmediata” y “basada en datos”, aprovechando la tecnología de satélites y la adecuada distribución de información. Subrayó que un mayor conocimiento y coordinación en desastres climáticos aumentará la capacidad de enfrentar estos eventos, que probablemente continuarán sucediendo.
Además, hizo hincapié en la importancia de adaptar los sistemas de alerta temprana y mejorar las infraestructuras existentes, rechazando cualquier forma de negacionismo climático. “No por negar la realidad, ésta deja de existir”, afirmó, criticando a aquellos que proponen eliminar el tema climático de las políticas públicas.
Por otro lado, la eurodiputada Leire Pajín se comprometió a asegurar que los fondos europeos lleguen a las áreas más devastadas, mientras que Sandra Gómez, también eurodiputada, criticó la falta de preparación y empatía de las autoridades valencianas el día de la catástrofe.
