El informe ‘La aportación del retail textil a la economía española y su liderazgo en digitalización’ analiza el impacto de la transformación digital y la introducción de la inteligencia artificial en este sector, que engloba el 1,1% de la afiliación total en España. Sostienen que la moda es una de las impulsoras de la digitalización de la economía española y que no eliminará puestos de trabajo, sino que modificará su configuración. |
España se posiciona entre los países más digitalizados de Europa, según el Índice de Economía y Sociedad. Y la moda ha emergido como uno de los principales impulsores y catalizadores de este proceso adaptativo tan inevitable como necesario, que, según la Asociación Retail Textil España (ARTE), no supondrá la destrucción de empleo, sino todo lo contrario.
El informe La aportación del retail textil a la economía española y su liderazgo en digitalización, elaborado por ARTE, realiza un profuso repaso a la situación actual del sector, haciendo hincapié en esa suerte de liderazgo que el retail ejerce en la transformación digital de la sociedad y la economía española, a través, principalmente, de dos vías: los procesos internos y el capital humano.
Digitalización de los procesos internos
En la fase productiva, la introducción de la inteligencia artificial está permitiendo optimizar las tareas de diseño, creación y desarrollo de nuevas prendas. Además, en el informe destacan su uso para generar inspiración, por ejemplo, a través de la creación de moodboards –tableros visuales que recogen imágenes, colores y referencias estéticas para definir una línea creativa— o la transformación de bocetos en diseños digitales.
Más allá de estas primeras etapas de la cadena de valor, la digitalización también coadyuva en la gestión del inventario, con tecnologías que permiten controlar el stock existente en tiempo real.
La segunda pata de esta transformación es la que sujeta el proceso comercial. Se está mejorando la eficiencia, trazabilidad, automatización y experiencia de compra para los usuarios, tanto en formato presencial como online. De hecho, los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) son contundentes: el mercado online en la moda ha crecido en torno al 14% interanual (representa más del doble de lo que suponía en 2018). La moda es el cuarto sector con mayor penetración del e-commerce (el 22,8% de los hogares lo utilizan), solo por detrás del ocio y la cultura; los bienes y servicios, y las finanzas.
En ARTE detallan algunas muestras de cómo la transformación digital ha mejorado la experiencia del consumidor: el empleo de agentes virtuales basados en IA para los servicios de atención al cliente, los algoritmos de personalización de productos, o una de las tendencias más disruptivas: los probadores virtuales, que están permitiendo reducir el número de devoluciones en compras online.
Cómo afectará la transformación digital al empleo
Siempre que se habla de digitalización e inteligencia artificial surge la insoslayable disyuntiva: ¿creará o destruirá empleo? En un sector como el del retail textil que, con datos del informe, emplea a 240.300 personas en España en promedio anual (el 1,1% de la afiliación media anual), además de mantener más de 374.000 empleos en equivalencia a jornada completa (EJC), esa interrogante se antoja de suma importancia.
A tenor de lo relatado en el estudio, las perspectivas son halagüeñas. Con frecuencia, subrayan, “la digitalización no implica la sustitución directa de un puesto de trabajo, sino que modifica su configuración, eliminando ciertas tareas, incorporando otras nuevas y redefiniendo su contenido y forma de ejecución”.
Es más, en el estudio recogen unas apreciaciones realizadas por el BBVA en 2024, en las que aseguraban que “el avance tecnológico también puede dar lugar a la creación de nuevos puestos de trabajo, inexistentes hasta el momento, con el fin de atender las necesidades surgidas en las empresas”.
Por ende, cuanto mayor es la capacidad de las empresas para incorporar tecnologías digitales en sus procesos, mayor es la necesidad de contar con profesionales adaptados a este nuevo entorno. El empleo en las empresas de ARTE (que concentran el 34,1% del empleo medio anual del sector de la moda en España –lo que supone el 2,7% del total de personas afiliadas en actividades comerciales en este país–), presenta una intensidad digital del 14,5%, 4,1 pp superior a la registrada por la media comercial.
El 10,1% son trabajadores 100% digitales, dedicados exclusivamente a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). El 90% restante de personas empleadas ocupa puestos menos automatizados, que, no obstante, cada vez desarrollan más tareas digitalmente.
Entre las competencias digitales más requeridas para los empleados están los conocimientos básicos de informática y el manejo de software de oficina. A lo que habría que sumar el uso del software de gestión de relaciones con clientes (CRM), los sistemas de comercio electrónico o las plataformas de compras electrónicas (e-procurement).
La segunda actividad comercial con más mujeres
Actualmente, Madrid y Barcelona acumulan de forma conjunta casi un tercio del empleo en el retail textil de España (en concreto un 16% y un 15,7%, respectivamente). Destacan otras provincias por su relevancia en términos de actividad turística, completando el top 5 con mayor número de afiliados: Alicante (6% de la afiliación nacional), Valencia (4,7%) y Málaga (4,5%).
La moda, cifran en ARTE, resulta especialmente relevante para el mercado laboral de Alicante (1,9%), las dos provincias canarias (Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, en las que supone el 1,6% de su afiliación), Málaga (1,5%) y Baleares (1,5%).
El retail sigue siendo un campo eminentemente femenino: el 74,3% de su personal son mujeres (según datos de la EEE del INE para 2023) frente a una tasa de participación femenina media en la economía del 46,3% y de en torno al 50% en el conjunto de las actividades comerciales. Se trata de la actividad comercial con mayor participación laboral de las mujeres, solo superada por la venta de productos farmacéuticos.
Respecto a la productividad por hora del comercio de moda, se sitúa en 35,2 euros de valor añadido por hora trabajada (+1 euros respecto al conjunto del sector). Este desempeño posiciona al textil como la quinta actividad comercial con mayor productividad entre las 10 que más contribuyen a la generación de empleo comercial.
Asimismo, el comercio de prendas de vestir y calzado se configura como la actividad comercial que ha experimentado un mayor crecimiento de su productividad en términos interanuales (+16,4%), mostrando una evolución más positiva que el conjunto de la economía (+7,0%).