Juan Ramón Meléndez (Re-Viste): “Es imposible cumplir con los objetivos de recogida de residuos textiles que ha marcado el Gobierno”

Juan Ramón Meléndez es el director general de Re-Viste

Juan Ramón Meléndez, director general de Re-Viste. Re-Viste.

Juan Ramón Meléndez, director general de Re-Viste. Re-Viste.

Entrevista con el director de la Asociación para la Gestión del Residuo Textil y el Calzado, sobre el Real Decreto en el que trabaja el Gobierno. Destaca puntos positivos, asegura que los objetivos marcados son imposibles y lamenta que no se haya escuchado al sector. Le preocupa cómo se va a involucrar a los fabricantes asiáticos: “Los productores españoles me dicen que van a acabar financiando la gestión de residuos de Shein”.

El pasado 4 de septiembre finalizó el periodo de audiencia pública del Real Decreto por el que se regulan los productos textiles y de calzado y la gestión de sus residuos. Con esta normativa, el Gobierno pretende crear un sistema de recogida y reutilización que involucre a los productores. La Asociación para la Gestión del Residuo Textil y el Calzado (Re-Viste) está pergeñando un método para dar cumplimiento al mandato. Demócrata habla con Juan Ramón Meléndez, su director general.

La Asociación se creó en 2023 como un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para los residuos de textiles (ropa, textiles del hogar, calzado y marroquinería). Forman parte de ella empresas como Decathlon, El Corte Inglés, H&M, IKEA, Inditex, KIABI, Mango, Primark, Sprinter/JD y Tendam. Meléndez accedió al cargo en julio de 2024.

El resumen de su opinión sobre el real decreto se podría resumir en una frase: “Sí, pero no así”. Alaba la “buena intención” del regulador, pero asegura que los objetivos marcados son utópicos y que, aunque se consiguieran, en España no hay infraestructura suficiente. Su asociación ha presentado 73 alegaciones y confía en que, a diferencia del periodo de elaboración, ahora sí se les escuche.

Pregunta: El pasado 4 de septiembre finalizó la audiencia pública del Real Decreto por el que se regulan los productos textiles y de calzado y la gestión de sus residuos. ¿Cómo cambiará el proceso si sale adelante?

La red que regula los productos textiles, también regulará la gestión de sus residuos. Es la primera vez que se aborda en el flujo textil la manera de hacer responsables a los productores de organizar un sistema que, de manera colectiva, se encargue de recuperar esos textiles usados y reincorporarlos a los ciclos productivos, básicamente a través de la reutilización. Es decir, intentar aprovechar la prenda para volver a usarla y, si no es posible, se intentará reciclar, o sea, recuperar el material del que está hecha la prenda.

La clave de todo es la palabra ‘colectivo’, en vez de ser responsabilidad de cada uno (que sería una locura), se crea un sistema conjunto.

P: ¿Y cómo es ese sistema que, por ejemplo, está creando Re-Viste?

R: El RD obliga a que cualquier empresa (española o extranjera) que ponga en el mercado español productos textiles ha de estar adherida a ese sistema colectivo. Y ahí es donde entra Re-Viste, que podrán puntos de recogida a disposición del ciudadano, para que deje esas prendas textiles o de calzado.

La ley no establece que tenga que haber una única organización que pergeñe este sistema, aunque sí que tengamos una forma social sin ánimo de lucro. Todos los recursos que recaudemos han de ser aplicados a esta función de recuperar prendas y sensibilizar a la ciudadanía. En Re-Viste aspiramos a ser lo suficientemente buenos y eficiente como para que todas las empresas se unan y no sientan la necesidad de crear otra organización.

P: ¿Cómo se va a financiar este proyecto?

R: Habrá un pago de las empresas productoras a Re-Viste y de Re-Viste a los ayuntamientos. Esto, obviamente, supondrá un gravamen para las empresas, que estarán obligadas a soportar. No hay un retorno directo, pero sí una monetización de unos impactos que antes nadie se encargaba de cubrir. Con este dinero, vamos a convertir algo que era un problema, que era que ese textil y el calzado se recogiera en la basura y acabara en un vertedero, en algo positivo. Lo que es importante es que esa gestión, que la ley nos encomienda, la hagamos de la manera más eficiente para que las empresas productoras tengan el menor coste posible.

P: ¿Cabe la posibilidad de que las empresas lo repercutan en el precio de sus productos?

R: Habrá empresas en las que el coste será soportable y otras en las que no y puede que lo repercutan.

P: ¿Cómo se determinará lo que tiene que aportar cada productor?

R: Las empresas financiarán el sistema de recogida dependiendo de las toneladas que pongan en el mercado. El que más fabrique, más paga. Tenemos el difícil reto de establecer unas tarifas que permitan discriminar y favorecer la puesta en el mercado de productos sostenibles. Una tonelada de productos duraderos, reutilizables y reciclables debería pagar menos que una de productos que no tengan esas características. Se trata de diseñar un sistema justo, que no penalice a las pequeñas en favor de las grandes.

P: ¿Cómo funcionaba hasta ahora esta recogida?

P: Es algo incipiente en España, y hay organizaciones que lo están haciendo muy bien (también las hay que lo hacen mal y regular). Pero no hay un sistema homogéneo en toda España. Nuestro primer objetivo es crear un método nacional homogéneo.

P: El RD establece la obligación de alcanzar un 50% de recogida separada de textil para 2030, ¿lo ven factible?

R: Entendemos que el legislador lo que pretende es incentivar que esto crezca rápidamente y estamos de acuerdo, pero una cosa es crecer rápido y otra alcanzar ese porcentaje en 2030. Ahora mimos estamos es una recogida separada del 11% o el 12%, y hay mucha ropa y calzado que se está yendo fuera de Europa sin haber sido tratado. Multiplicar ese porcentaje por 5 en 4 años no lo ha hecho ningún país, ni en el textil, ni en ningún otro sector.

En España, en el sector del vidrio, se tardaron 23 años en llegar el 50%. No compartimos ese objetivo, porque nos parece imposible de cumplir y, si no vamos a ser capaces de cumplirlo, es mejor decirlo que, dentro de cuatro años, reconocer que no hemos llegado.

P: Se pide también lograr una reducción del peso de los residuos de productos textiles del 5% en 2030, respecto a los generados en 2027, ¿qué significa esto?, ¿es factible?

R: Ahí está la clave, ¿esto cómo se mide?, ¿cómo se calcula? Creemos que el peso no es una métrica adecuada para establecer un objetivo. Si lo que tenemos que promover es que las prendas tengan una vida más duradera, y más tiempo de utilización, habrá que hacer prendas de mayor calidad, con más peso. Nos preocupa mucho que este objetivo, bienintencionado, pueda producir el efecto contrario.

P: Aunque se llegara a ese objetivo que califica de “imposible”, ¿hay infraestructura suficiente para tratarlo

R: No hay infraestructura. Hoy se recoge poco, y la mitad se manda fuera de Europa porque en España no hay capacidad para tratarlo. Es decir, ya en el primer paso, nos encontramos con un cuello de botella. Necesitamos aumentar (en tamaño y en número) las plantas que preparan el material para la reutilización.

Posteriormente, el material que no sea reutilizable hay que llevarlo a una segunda planta, que es la de preparación para el reciclado, que retira de las prendas no usables, todos los elementos que no pueden usarse para el reciclaje.

Y, después, esas prendas han de agruparse en fardos homogéneos, un fardo 100% algodón blanco, otro 100% algodón negro, otro de poliéster… Pero ahora mismo, en España, hay tres plantas de preparación para el reciclaje y son necesarias 15 o 20.

Para terminar el proceso, una vez que lo tienes todo agrupado, tenemos que ser capaces de convertir eso en un material secundario. Solo hay dos plantas en España para el algodón, y para prendas ricas en poliéster no hay ninguna.

En definitiva, este RD no se ha preocupado de crear el ecosistema adecuado para que las inversiones necesarias se materialicen. Aunque pudiéramos recoger más, no tendríamos donde procesarlo y convertirlo en una materia prima secundaria.

P: ¿Puede ser España el gran hub de reutilización y reciclaje del sur de Europa?

R: Todas las personas con las que hablo son de la misma opinión: desde el punto de vista de estructura, geográfico, de empresas que son resilientes y tecnológicamente muy buenas, que compiten con todo el mundo… Escucho esto de diferentes interlocutores y tengo claro que, si todos coinciden, es porque están bien orientados.

P: En el RD se menciona que la moda rápida es en gran medida culpable de la cantidad enorme de residuos que genera el sector, ¿está de acuerdo?, ¿cómo hacer frente a ello?

R: La etiqueta de ‘moda rápida’, que es un término que se acuña, pero nadie sabe qué es, es muy peligrosa. Es verdad que, a menudo, las prendas baratas suelen ser menos sostenibles, pero tampoco se puede establecer la regla de que una prensa barata sea menos sostenible que una cara.

Es evidente que, en Europa, el porcentaje de gasto familiar en ropa y calzado se ha reducido un 40%, porque compramos más barato que antes. Debemos evitar un consumo irresponsable y desbocado y Re-Viste tiene previsto trabajar en ese sentido.

P: ¿Cómo conseguir que las tiendas online ‘low cost’ –de las que a todos se nos vienen nombres a la cabeza– contribuyan en este proceso de recogida y reutilización?

R: Necesitamos un terreno de juego equilibrado entre los productores europeos y los asiáticos. Los españoles me preguntan si los de Shein también van a tener que pagar. Y sí, teóricamente, según la Ley, estas empresas deberían involucrarse, pero se necesitaría una vigilancia y un control aduanero que no se da. El otro día me daban el dato de que se controlaban aduaneramente 83 paquetes de cada millón que llegaban de Asia. Con estos mimbres, lo más probable es que el productor europeo soporte el coste, pero el asiático no. Como me decía el otro día una empresa española: “Yo voy a terminar financiando la gestión del residuo de mi competidor, de Shein, porque el mío va a tardar 5 años en ser un residuo y el Shein 6 semanas”.

P: El RD obliga a las tiendas de más de 400 metros a ofrecer productos de segunda mano, ¿qué le parece esto?

R: Nos preocupa mucho por dos cosas: aparte de que para las empresas supondrá una implicación de la tienda, que no ven fácil de acometer. Sobre todo, porque hacerlo individualmente sería una gestión aún más complicada. Si en las plantas de recuperación, en vez de discriminar la que vale para segunda mano de la que no, tuvieran que clasificar la que es de Zara, Cortefiel, etc, es de una complejidad estratosférica.

Además, ahora mismo el poco tejido de empresas de recuperación que tenemos en España, como Caritas, Humana, Koopera o Recumadrid, esta ropa la utilizan para vender en tiendas de segunda mano, que en España hay unas 300, pero, por ejemplo, en el Reino Unido, hay alrededor de 15.000, o sea que hay un recorrido muy grande de crecimiento. Si les quitas esa opción, esto barrería esas tiendas.

Entendemos que el legislador pretende involucrar a los productores en la reutilización, pero esto ya está claro con el sistema que estamos creando en Re-Viste, en el que garantizamos la reutilización de todo el material que se pueda usar de segunda mano, y solo irá a reciclaje lo que no sea susceptible de reutilización.

P: Da la sensación de que está de acuerdo con que hay una necesidad de legislar, pero no exactamente así.

Este texto tiene la visión en la gestión del residuo, en cómo resolver el fin de la vida, pero no lo plantea como una posibilidad de recuperación de materias primas secundarias, que nos permita revitalizar un sector y ser más competitivos. La intención es buena, pero la solución técnica es mejorable, por eso, aspiramos a que nos escuche el Ministerio y estas cosas se modulen y se acompasen.

Haciéndolo bien puede ser una palanca para que funcione cómo debe. Precipitarnos poniendo objetivos imposibles de cumplir, cargar al sector con costes que no podrá soportar, sería un problema y podría hacer fracasar y poner en peligro la recuperación del sector. Ojalá estemos a tiempo de tocar un poquito las cosas

P: ¿Tiene esperanza en que les escuchen?

R: En que se nos escuche, sí, en que cambie ya no sé. De momento, al sector no se le ha escuchado, lo único ha sido el periodo de audiencia pública, en el que Re-Viste presentó 73 alegaciones al RD.

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