España busca liderar la innovación frente a las resistencias antimicrobianas: del diagnóstico a la acción

Expertos advierten de que podríamos volver a una era preantibiótica si no se actúa con urgencia

(Foto de ARCHIVO) Personal laboratorio. Francisco J. Olmo / Europa Press 18/10/2025

La resistencia antimicrobiana (RAM) se ha convertido en una amenaza global real e inmediata, reconocida por la OMS, la ONU y la Unión Europea. Definida como “pandemia silenciosa”, se estima que provoca 1,27 millones de muertes anuales en todo el mundo y que en 2050 podría ser la primera causa de mortalidad global.

España se encuentra entre los países europeos con tasas más elevadas de infecciones multirresistentes y mortalidad asociada. Según el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), impulsado por el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), las infecciones por bacterias multirresistentes ya causan más de 4.000 muertes anuales en España y generan un sobrecoste sanitario superior a los 150 millones de euros. Aunque el consumo de antibióticos en humanos y animales se ha reducido en los últimos años, los responsables del PRAN insisten en que es necesario mantener la vigilancia activa, promover un uso responsable y reforzar la investigación para evitar un retroceso.

La efectividad de la medicina moderna está comprometida: desde cirugías a quimioterapias, dado que pacientes inmunocomprometidos son especialmente vulnerables ante las infecciones por patógenos multirresistentes.

Los expertos advierten de que podríamos volver a una era preantibiótica si no se actúa con urgencia y, por el momento, las medidas adoptadas son insuficientes. El pasado 18 de noviembre, coincidiendo con el Día Europeo para el Uso Responsable de los Antibióticos, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) revelaba que la resistencia antimicrobiana sigue aumentando y que, pese a los esfuerzos, Europa no está en camino de cumplir cuatro de los cinco objetivos de RAM establecidos por el Consejo de la UE para 2030, una meta aprobada en junio de 2023 sobre intensificar las acciones para combatir la resistencia a los antimicrobianos en un enfoque One Health, entendiendo que la salud humana, la salud animal y la salud del medio ambiente están estrechamente interrelacionadas.

Hacia una política pública innovadora

En este contexto urge un impulso para promover modelos sostenibles que aseguren el desarrollo, acceso y uso racional de nuevos antimicrobianos, con la participación de expertos multidisciplinares y bajo una lógica de colaboración científica, industrial e institucional.

Al mismo tiempo, es necesario dar solución a un desafío clave: la innovación farmacéutica en antibióticos de reserva, aquellos considerados de “último recurso” para infecciones sin alternativa eficaz que están en riesgo porque su uso se restringe para preservar su eficacia, lo que desincentiva la inversión en I+D.

En este sentido, España, con el PRAN 2025-2027, tiene la oportunidad de tratar de corregir este “fallo de mercado” mediante una política sanitaria e industrial con prioridades claras:

1) Redefinir cómo evaluamos los antibióticos estratégicos

Un sistema nacional de priorización permitiría acceso temprano, financiación preferente e integración en protocolos clínicos, reforzando además la cooperación internacional.

2) Impulsar incentivos económicos a la innovación

La evidencia internacional es clara: ningún incentivo por sí solo es suficiente. Se necesita una combinación de incentivos “push” y “pull” durante todo el ciclo de I+D para garantizar disponibilidad y sostenibilidad del sector.

Modelos pioneros que ya se aplican en otros países europeos pueden servir de ejemplo:

● Reino Unido: modelos de suscripción con ingresos garantizados independientemente del volumen de ventas

● Francia y Alemania: exenciones regulatorias y protección de precios para antibióticos de reserva

● Suecia: garantías de ingresos mínimos para disponibilidad nacional

● Italia: fondo dedicado al reembolso de los antimicrobianos de reserva de 100 millones de euros anuales e incentivos fiscales como la exención de descuentos obligatorios.

La industria como aliada estratégica

El impulso político también debe ir acompañado del compromiso empresarial. Es necesario generar un marco atractivo para la inversión industrial y biotecnológica que permita establecer acuerdos de colaboración estratégica entre el sector público y la industria farmacéutica, estableciendo incentivos fiscales específicos para empresas que inviertan en la I+D de nuevos antimicrobianos y fomentando modelos innovadores de acceso y financiación.

El sector farmacéutico reclama, además, marcos normativos que favorezcan la sostenibilidad económica de los antibióticos innovadores, especialmente aquellos reservados a infecciones más complejas y resistentes.

Una cuestión de salud pública y de soberanía sanitaria

España asume así un doble reto:

• Proteger la vida de los pacientes hoy

• Garantizar que la medicina moderna siga siendo efectiva mañana

Solo una respuesta colectiva —autoridades sanitarias, profesionales, industria y ciudadanía— puede frenar la propagación de bacterias multirresistentes y evitar que el progreso médico-sanitario de un siglo quede en entredicho.

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