El 30% de las personas encuestadas en el estudio Identificación y conocimiento de situaciones de violencia contra las mujeres impulsado por el Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”, declaran conocer o haber presenciado una situación de violencia contra las mujeres en su entorno.
La encuesta, realizada en 2023 en el marco del proyecto de investigación «Violence Against Women: The Witness Dilemma», estuvo liderada por Rebeca Echavarri, Ariadna García-Prado y Sara Martínez de Morentin de la Universidad Pública de Navarra y Fernanda Gutiérrez-Navratil, de la Universidad de Oviedo. Participaron 969 personas de entre 18 y 48 años de la Comunidad Foral de Navarra, y tenía como objetivo caracterizar a las personas en su papel como testigos, en lugar de estudiar su papel como víctimas.
Un enfoque necesario
La realidad es que el rol de quien presencia escenas de violencia contra las mujeres es fundamental para luchar contra esta lacra social. Pues su implicación en la denuncia o acompañamiento puede permitir que las víctimas consigan el apoyo institucional que necesita. En consecuencia, este proyecto aspira a ser una herramienta clave a la hora de diseñar políticas públicas orientadas a paliar las diferentes situaciones de violencia que se producen contra las mujeres.
La posibilidad de presenciar una situación de violencia varía en función de las características sociales y sociodemográfica: el género, la nacionalidad y el nivel de ingresos. En este sentido, destaca como el 36% de las mujeres conocen a alguna mujer que sufre violencia física, frente al 24% de los hombres.
O que el 43% de las personas de nacionalidad extranjera tenga relación con alguna mujer de su entorno que la sufre, mientras que entre los encuestados de nacionalidad española, esta cifra se reduce hasta al 29%.
Si se tiene en cuenta el nivel de ingresos, los datos ponen de manifiesto que a menor renta, mayor probabilidad hay de conocer mujeres en su entorno víctimas de violencia física. Estamos hablando de un 39% cuando los ingresos son inferiores a 500 euros, frente al 22% cuando estos superan los 2.000 euros.
El 36% de las mujeres conocen a alguna mujer que sufre violencia física, frente al 24% de los hombres
Precisamente, la violencia física, es de entre todas las que se pueden ejercer contra la mujer, la que mayor rango de reconocimiento tiene junto a la psicológica. Sin embargo, reconocer situaciones de violencia financiera o de violencia de control resulta más complicado en determinados grupos socioeconómicos. De nuevo, entra en juego factores como la nacionalidad o el nivel de ingresos.
Cuando hablamos de violencia financiera se alude a situaciones donde la pareja de la mujer usa dinero, la tarjeta de crédito o pide préstamos en su nombre sin su consentimiento. Por otro lado, cuando la pareja insiste en saber dónde está la mujer en cada momento, estaríamos ante un ejemplo de violencia de control.
La prevención, una prioridad
Los datos extraídos también ponen de manifiesto la importancia de promover la denuncia temprana de la violencia psicológica para evitar que se convierta en violencia física. Pese a que el reconocimiento de la violencia psicológica es alta (97%), las denuncias de este tipo de violencia son bajas (17% sobre el total de denuncias) en comparación con las denuncias por violencia física y por violencia psicológica (53%).
Conclusiones
En consecuencia, conocer las características de las personas que son capaces de reconocer o identificar situaciones de violencia contra la mujer se postula como un factor muy relevante para el diseño de políticas públicas y campañas de información que se adapten a los distintos segmentos de la población. Por ejemplo, las personas extranjeras o con un bajo nivel educativo identifican pero todo tipo de situación, en especial de violencia financiera y de control. Del mismo modo, los hombres identifican peor este tipo de violencia que las mujeres.