Los factores clave que son precisos para fomentar la competitividad en investigación traslacional fueron debatidos en la mesa redonda celebrada ayer en Madrid, en el marco de la XVIII Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica.
La visión de la industria farmacéutica fue aportada por Marc Soriano, de Almirall, que destacó el papel del hub de innovación que ha desarrollado este laboratorio. “Queremos acoger a otras empresas que quieran usar estos espacios, creando un ecosistema donde se intercambien ideas y tecnologías de la convivencia. Ya hay cuatro empresas y hay una quinta a punto de llegar y comienza a generarse complementariedad”, describió. En su opinión, la I+D “pasa por colaboración con entidades, universidades, hospitales y empresas nacionales e internacionales».
Por su parte, Yoana Nuevo, de AEMPS, detalló cómo ha sido la puesta en marcha de la oficina de apoyo a la innovación y conocimiento de medicamentos de la Agencia “para ayudar a los investigadores, que están muy centrados en publicar sus resultados en revistas científicas pero, en paralelo, pueden ir avanzando en requisitos regulatorios y así seguir en la dirección correcta”.
Como enumeró, tienen carencias a la hora de fijar la especificaciones del producto para garantizar la calidad del medicamento, realizar estudios preclínicos con un animal erróneo, o utilizar un comparador inadecuado en los ensayos clínicos. “Estas carencias de conocimiento regulatorio acaban afectando a las distintas etapas del desarrollo de un medicamento, que se dilatan”, advirtió.
Por eso, consideró que es muy importante que, desde el punto de vista regulatorio, los investigadores estén informados y formados para reducir la brecha entre investigación y práctica clínica. “Con esta oficina pretendemos ser la puerta de entrada a la Agencia a todos estos investigadores, con servicios de formación, con un curso online gratuito en formación regulatoria, de seis meses de duración. Además, se ha desarrollado una formación bidireccional entre reguladores e investigadores, que comenzó el 25 de marzo con un taller sobre terapia génica”, anunció. Además, se están desarrollando otras formaciones, como la que se realiza con la universidad de Oviedo, centrada en sensores electroquímicos.
El doctor Javier de Castro, miembro del comité de dirección de ITEMAS, destacó los avances de la investigación a raíz de la creación de los institutos de investigación de los hospitales. Como recordó, la investigación traslacional “se quedó corta y el desarrollo de la plataforma ITEMAS del ISCIII fue clave para que investigadores vean más allá y no solo se basen en la publicación, que es clave”. En su opinión, “queda mucho por avanzar en innovación para impulsar el sistema”, ya que es un avance “lento”.
Falta colaboración público-privada
En cuanto a la transferencia, de Castro recordó que ITEMAS se basa en dinamización de capacidades industriales del SNS y, además, en que la transferencia efectiva hacia un retorno que puede ser económica, pero también una basada en que lo que se desarrolle revierta en el propio sistema. “Falta colaboración público-privada en nuevas terapias y nuevos prototipos industriales, hay que seguir trabajando en este sentido”, propuso.
Belén Blanco, de STAb Therapeutics, narró cómo ha sido el proceso de puesta en marcha de su start-up, que definió de “complicado. La principal dificultad de los investigadores académicos es la ignorancia, sin formación en propiedad intelectual o emprendimiento, aunque hay muchos programas de formación que nos ayudan a entender el proceso”.
Desde su punto de vista, el problema principal “es crecer y dar un paso más” y detalló que, desde su empresa, se está finalizando la fase preclínica y terminando de escribir el dossier para enviarlo a la Agencia.
Los retos presentes fueron descritos por Nuria Martí, de Biocat, que citó “la transformación del sistema de salud -con nuevas tecnologías que están cambiando los procesos-, el crecimiento y consolidación del ecosistema emprendedor, la implementación de nuevas estrategias terapéuticas como las terapias avanzadas, la atracción y desarrollo de talento, que debe actualizarse en datos, bioingeniería y análisis, entre otros aspectos. Y el posicionamiento de la bio-región catalana como hub puntero de Europa”.
Entre las iniciativas destacadas de Biocat, aludió al Programa PAS, que se iniciado recientemente. Tiene como objetivo agilizar la innovación catalana y que se adapte y aplique antes al sistema de salud y a la práctica clínica, con un bloque de registro, un navegador con herramientas para acelerar sus desarrollos y una unidad de acompañamiento desde el propio Biocat.
Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, recordó las muchas dificultades en el camino hasta llegar a un fármaco. “Es un horizonte complejo, aunque se conozca. Tenemos un gran sistema sanitario, usémoslo para hacer demostración del valor de la innovación y fomentar la competitividad”, expuso.
Priorizar y buscar valor añadido
En cuanto al tema financiero, Marc Soriano apuntó que es necesaria “más inversión y talento para dar un paso adelante en investigación básico y desarrollo pre-clínico. Los recursos son limitados para todos, hay que priorizar y buscar donde hay mayor valor añadido a los pacientes. Pero pasa también por crear colaboraciones público-privadas en las primeras fases, que es donde hay más riesgo. Las posibilidades de éxito son muy bajas, hay que asumirlo”. En este sentido, Urzay recordó que Farmaindustria está poniendo en marcha una plataforma de investigación pre-clínica, con compañías que van aportar “dinero, know-how e implicación de talento en los proyectos”.
Aspectos de mejora
Para Belén Blanco, una de las claves es que los inversores “se tienen que arriesgar. Y la colaboración con AEMPS es clave”. Por otro lado, recalcó que los científicos “tenemos que aprender a escuchar”. Yoana Nuevo insistió que los investigadores “deben aprender a reorientar sus trabajos para repensar y tomar la dirección adecuada. Y citó que, con AECC, se está poniendo en marcha un programa piloto de asesoramiento antes del financiación, “ahorrando dinero y tiempo perdido. Animamos que acudan a las unidades de transferencia tecnológica de hospitales y del CIBER”.
Javier de Castro insistió en que nuestro sistema de salud es “excelente, pero a costa de los profesionales. Está muy tensionado: va a ver más población, más supervivientes, más tecnología, más tratamientos… La investigación hace que el sistema sea sostenible y se reduzca la presión. La innovación en la gestión es clave, reduciendo la burocracia y agilizando el sistema, porque, por ejemplo, no se van a ejecutar muchos fondos europeos porque los investigadores no tienen tiempo para el papeleo. Y tienen que crecer en sus hospitales y que se les premie para hacer el sistema más eficaz y productivo”
Por último, Marc Soriano solicitó más estabilidad en leyes y normas y Nuria Martí reiteró que “se debe impulsar la cooperación multidisciplinar y público-privada, volcados en Europa. Debe haber una apuesta decidida en soberanía tecnología, con hubs de innovación especializada, como el de terapias avanzadas de Cataluña”.