El cáncer y las enfermedades crónicas se sitúan como dos de los mayores retos sanitarios en la actualidad. Dos informes internacionales, recién publicados, confirman su impacto y sugieren posibles soluciones.
El primero es un estudio del Instituto Sueco de Economía de la Salud (IHE) para la Federación de la Industria Farmacéutica Europea (Efpia) y puede consultarse íntegramente en este enlace: https://www.efpia.eu/media/nbbbsbhp/ihe-comparator-report-on-cancer-in-europe-2025.pdf
El trabajo indica que el cáncer es responsable del 23% de las muertes en Europa, pese a que la inversión sanitaria en esta patología apenas supone el 7% del total. Sin embargo, los avances en innovación están marcando la diferencia: desde 1995, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha aprobado 194 nuevos fármacos. Además, la supervivencia en algunos tipos de cáncer se ha duplicado.
Pero la innovación no llega por igual y las diferencias son flagrantes en Europa. El informe compara los datos disponibles en 15 países (entre ellos España) con Suecia -el país con mejores tasas de supervivencia- para concluir que de alcanzarse las mismas, se podrían salvar 200.000 vidas al año sólo en dichos países.
En el caso específico de España, un reciente estudio sobre innovación en cáncer y mortalidad en España, realizado por el profesor Frank R. Lichtenberg, de la Universidad de Columbia (EEUU), ha puesto de manifiesto que los nuevos tratamientos contra el cáncer han logrado reducir casi un 30% las muertes por cáncer en nuestro país en la última década.
Según el último informe Indicadores de Acceso a Terapias Innovadoras (W.A.I.T) de 2024, en España estaban disponibles a enero de 2024 el 60% de los fármacos oncológicos aprobados entre 2019 y 2022, con una media en la UE-27 del 67%.
Las desigualdades en inversión también son llamativas: las cantidades per cápita varían entre los 100 euros de Hungría a los más de 600 de Suiza. En España, el coste se sitúa por debajo de los 200 euros, mientras que la media de la UE-27 está cerca de los 300 euros, según datos nacionales recogidos por el informe elaborado por IHE.
En cuanto a las enfermedades crónicas, el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades pulmonares, los problemas de salud mental y los trastornos neurológicos, son ya responsables del 75% de las muertes en todo el mundo. En este nuevo informe, centrado en este ámbito, la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica Innovadora (Ifpma) establece que debe invertirse un 1% adicional del PIB en salud, con al menos un 40% de ello enfocado a la prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles. Así, se podrían salvar cinco millones de vidas al año en los países emergentes, con la Atención Primaria jugando un papel clave.
El estudio está disponible en este enlace: https://www.ifpma.org/wp-content/uploads/2025/02/260225_Value-of-investment-on-NCDs_Airfinity_IFPMA.pdf
David Reddy, Director General de Ifpma ha recalcado que “si bien la innovación farmacéutica ha logrado avances increíbles en la prevención, el tratamiento y la cura de enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la salud mental, demasiadas personas siguen sin poder acceder a la atención médica que necesitan”.
Por eso cree que la próxima Reunión de Alto Nivel de la ONU “brinda una verdadera oportunidad para reenfocar la atención en cómo las alianzas intersectoriales pueden ayudar a aumentar el acceso a medicamentos y vacunas costo-efectivas, de manera que puedan transformar -e, incluso salvar-, la vida de millones de personas en todo el mundo”.
Respaldando el llamamiento a la acción colectiva, la Dra. Kimberly Green, Directora Global de Atención Primaria de Salud en PATH (la Secretaría de la Coalición para el Acceso a Medicamentos y Productos para las Enfermedades No Transmisibles), ha recordado que “si bien invertir en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las Enfermedades No Transmisibles representa una inversión óptima para la salud pública y se considera rentable, la mejora de la accesibilidad a medicamentos y productos sanitarios esenciales ha estado subrepresentada en los debates previos a la Reunión de Alto Nivel de la ONU”.
El trabajo propone cuatro objetivos para superar las barreras existentes: en primer lugar, impulsar la innovación; en segundo término, movilizar la inversión; como tercera meta, impulsar la implementación de programas y políticas eficaces para todos para garantizar el acceso equitativo a la prevención, el tratamiento y la atención de las Enfermedades No Transmisibles; por último, garantizar la rendición de cuentas, con elevados estándares en todos los sectores gubernamentales pertinentes y las principales partes interesadas en la salud para mejorar e informar con precisión sobre la prestación de servicios de prevención, tratamiento y atención de las Enfermedades No Transmisibles y la salud mental.
Juan Yermo, director general de Farmaindustria, ha subrayado en un post en Linkedin que estos datos ponen de manifiesto que la inversión en innovación y acceso a tratamientos “no es un gasto, sino una apuesta por la salud y el futuro de nuestras sociedades”. Por este motivo, apuesta por políticas “que refuercen la equidad en el acceso a la innovación, impulsen la inversión en I+D y permitan que los avances científicos lleguen a todos los pacientes que los necesitan”.